La Escuela de Exploradores de Marismas del Odiel le declara la guerra a las colillas en la playa
Alumnos de la Escuela de Exploradores, el campamento del Paraje Natural Marismas del Odiel, han instalado cuatro muebles con ceniceros elaborados por ellos mismos en las pasarelas de acceso a la playa de El Espigón. La actividad forma parte del programa “Basuraleza”, uno de los contenidos de la Escuela, impulsada por la Junta de Andalucía y la Fundación Atlantic Copper.
El delegado territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Álvaro Burgos, y el director de la Fundación Atlantic Copper, Antonio de la Vega, han ayudado a los menores en su iniciativa, orientada a concienciar a la población de la importancia de mantener las playas limpias. También ha participado la concejal de Hábitat Urbano e Infraestructuras del Ayuntamiento de Huelva, Esther Cumbrera, ha informado la Junta en una nota. "Nos preocupa toda la basura que llega a la playa, pero hemos querido poner el acento en las colillas de cigarrillos porque tienen el agravante de que las máquinas limpiadoras no las detectan por su tamaño", ha alertado Álvaro Burgos.
Estos residuos son altamente contaminantes. Están fabricados a base del compuesto de monoacetato, con materiales derivados del petróleo que no son biodegradables y que tardan 15 años en descomponerse. Cada colilla enterrada en la arena llega a contaminar hasta 25 litros de agua con las consecuencias que ello tiene para la fauna y flora marina del litoral. "Este paraje es un ejemplo claro de desarrollo sostenible y desde hace ocho años colaboramos para que sea así. La educación ambiental es uno de los objetivos de la Fundación y sabemos que educar a niños tiene un efecto multiplicador para el medio ambiente", ha argumentado Antonio de la Vega.
Los alumnos de la Escuela de Exploradores se han instruido sobre este problema durante los días previos a la actuación en la playa y, a continuación, han diseñado los muebles-contenedores y han realizado los ceniceros a partir de latas de refresco vacías, por lo que también han ejercido el reciclaje. Asimismo, una vez en la playa han recogido basura voluntariamente que se encontraba en la arena.
La Escuela de Exploradores, abierta en periodos vacacionales de los escolares, se desarrolla desde 2012. El número de participantes en esta edición de verano sobrepasa la cifra de 400 y el número de estancias se acerca al millar entre todos los grupos y edades. El campamento acoge a niños de entre cuatro y 14 años, quienes siguen un programa de actividades y talleres ambientales.