La estrategia cero residuos del pueblo japonés de Kamikatsu
Kamikatsu es un pueblo japonés de 2.000 habitantes situado en las montañas de la isla de Shikoku. Desde el año 2004, el gobierno local ha implantado una serie de medidas destinadas al reciclaje de los residuos que genera. Actualmente, la población recicla el 90% de los desechos generados, cifra espectacular por sí sola pero más aún si se compara con la media nacional que ronda el 20%.
Los residuos orgánicos se convierten en compost en las viviendas particulares y el resto se clasifica en 34 distintas categorías. Las botellas, por poner un ejemplo, son separadas en contenedores según su color: las oscuras, las claras y las de otros colores, quitándoles además las etiquetas. Las latas se clasifican según su material. Tapones de plástico, botes de champú, cartón de papel higiénico, pilas, tapas metálicas o mecheros son algunas de estas 34 categorías.
Cada habitante es responsable de su propia basura, exigiéndolo un punto de meticulosidad importante que ya forma parte del día a día de la población desde hace más de un lustro. Los camiones de basura y los contenedores han sido reemplazados por una única instalación de entrega. Los vecinos depositan sus residuos de forma periódica. Los que no puedan hacerlo reciben la ayuda de los voluntarios de Recycle Kamikatsu, encargados de hacer la recogida de basura puerta a puerta.
El ambicioso objetivo de basura cero exige un esfuerzo y un gran compromiso por parte de los vecinos, a los que se les premia con billetes de lotería o bonos de compra de alimentos. Cada vivienda dispone de un compostador eléctrico subvencionado por el gobierno, que permite reciclar la basura orgánica y convertirla en compost para sus huertos.
Artículo original en The Guardian