La generación de residuos debido a la higiene femenina
Una mujer utiliza aproximadamente 5 compresas normales diarias, que da un total de 25 compresas durante un mes, o bien 3 compresas normales y 1 compresas nocturna sumando 15 compresas normales y 5 compresas nocturnas al mes.
Si cada compresa después de usada pesa 5 gramos, se producen 65 kg de basura al año solo en compresas higiénicas. En cuarenta años son 2.600 kg de basura. O sea, que cada cien mujeres menstruantes producen 6.500 kg de basura al año. En cuarenta años tiramos a la basura 260 toneladas de protección menstrual altamente contaminante y no degradable en nuestro medio ambiente. Recordemos que una compresas tarda en degradarse no 100 años, ni 200 años, sino 500 años! En los paquetes de las compresas no se informa sobre las sustancias y materias primas que se utilizan para la fabricación de los apósitos. En algunas se da a conocer solo la celulosa, polietileno (uno de los plásticos más comunes), papel siliconado, algodón, poliéster, polipropileno (tela plástica no tejida), pulpa de papel blanqueada y aromatizantes. A continuación se muestra más información sobre los componentes tóxicos utilizados: dioxina, poliacrilato, rayón y asbesto.
Dioxina: Es un componente altamente toxicó no deseado, su producción química implica el cloro. Este último se utiliza para blanquear los tampones, toallas higiénicas y protectores diarios. De este proceso industrial se derivan las dioxinas que quedan en los productos blanqueados. Las dioxinas afectan seriamente los órganos reproductores provocando problemas de reproducción y desarrollo, puede causar malformaciones etales, afecta el sistema inmunitario y el resto de los tejidos en nuestro cuerpo. Es una sustancia de descomposición lenta y almacenable en el cuerpo, su interferencia con nuestras hormonas hace que la dioxina sea catalogada como una sustancia cancerígena. Se le asocia como uno de los causantes de la endometriosis, enfermedad ginecológica que consiste en el crecimiento descontrolado de los tejidos endometriales (mucosas que recubren las paredes uterinas), esta enfermedad puede provocar dismenorrea (menstruación dolorosa), dolores pélvicos e infertilidad. Expertos señalan que este compuesto no se elimina con facilidad, pueden tardar cinco años en reducirse a la mitad, no se degradan y por tanto, van acumulándose en los tejidos. Una simple dosis de la dioxina más letal puede matar a una rata.
Poliacrilato: Es un compuesto químico que consiste en un polvo blanco sin olor que tiene la capacidad de absorber grandes cantidades de líquido. Esto se utiliza como el famoso gel absorbente. Estudios demuestran que ésta asociado con el síndrome del shock tóxico (SST) al igual que el rayón. El SST es causado por una toxina producida por ciertos tipos de bacterias estafilococos. El uso de tampón, sobretodo si se deja por mucho tiempo, puede causar esta enfermedad. Los síntomas son confusión, diarrea, dolores de cabeza, fiebre, hipotensión, dolores musculares, náuseas, vómitos, crisis epilépticas, convulsiones y en los peores casos puede llegar a la insuficiencia en órganos como en los riñones y el hígado.
Rayón: Es un tejido sintético. Las fibras artificiales se obtienen a partir de sustancias químicas que se producen de materiales como el petróleo, la madera y el carbón. Esta fibra es altamente absorbente y se utiliza para contener la sangre y los fluidos vaginales. Impide que la piel respire normalmente. Además, retiene la humedad, provocando el aumento de la transpiración corporal, esto puede provocar heridas en la vagina y un aumento anormal de la flora bacteriana que puede derivar en infecciones vaginales e infecciones urinarias. Cuando se utilizan tampones al sacarlo de la cavidad vaginal quedan fibras adentro, restos de tampón que también pueden las más diversas molestias como mal olor, infecciones, sangramientos, SST, entre otras.
Asbesto: El asbesto es un grupo de minerales que se utiliza en tejas, azulejos, planchas de pizarreño, baldosas, cemento, productos de papel, embragues de autos, frenos, envases, paquetería, revestimientos, pintura, talco, toallas higiénicas y tampón. El Departamento de Salud y Servicios Humanos, la Oficina de Protección Ambiental y la Oficina Internacional para la Investigación del Cáncer de los Estados Unidos demostraron que los productos relacionados con el asbesto provocan cáncer. Por otro lado existen estudios que desmienten la utilización del asbesto en toallas higiénicas y tampones, pero también existen estudios que corroboran su existencia como estrategia de mercado. Donna C. Booisseau, de la Universidad de Illinois, indica que: "La industria del tampón incluye asbesto en sus productos con la intención de hacer sangrar más a las mujeres durante su período menstrual y favorecer así el aumento de consumo de esta mercancía".
Alternativas:
Toallas higiénicas ecológicas: Son 100% de algodón, absorbentes y sin químicos, se reutilizan lavándolas después de su uso. Nos mantienen frescas, limpias y seguras. Son cómodas, re utilizables y biodegradables. Dependiendo del cuidado que se las tenga duraran entre 2 a 4 años. Puedes encontrarlas en la web si te interesa comprarlas o hacerlas tú misma siguiendo un tutorial en youtube.
Copa menstrual: Existen muchas marcas con variados nombres. Se utiliza como un tampón, la diferencia es que almacena la sangre y los fluidos vaginales, no los absorbe como los tampones, lo que no provoca sequedad vaginal y por esto no tiene riesgo de ocasionar infecciones. Almacena aproximadamente 30 ml, por lo tanto no es necesario vaciarla tan seguido como las toallas o los tampones. No tiene químicos, esta hecha de silicona blanda y se hierve en casa después y antes de usarla para eliminar posibles bacterias. Puede durar hasta 10 años si la cuidamos como se debe.