La Generalitat veta la entrada de residuos y lodos tóxicos en el puerto de Valencia desde Nápoles por no poder gestionarlos

La Generalitat Valenciana no ha autorizado la entrada de 20.000 toneladas de residuos urbanos y 15.000 de lodos tóxicos desde Nápoles a través del puerto de València. Estos residuos y lodos se habían enviado por parte de la empresa mixta Sociedad Agricultores de la Vega (SAV)-Depuración Aguas del Mediterráneo (DAM), que es la gestora privada de decenas de depuradoras públicas valencianas, para ser tratados y utilizados en depuradoras y cementeras.
La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, que encabeza Mireia Mollà, ha emitido dos informes técnicos negativos a ambas peticiones de la empresa SAV-DAM, una dirigida a la gestión de los lodos y otra a la de los residuos. La negativa se fundamenta en motivos de capacidad de las plantas de tratamiento, que tendrían como consecuencia un peor tratamiento de los propios residuos de la Comunitat Valenciana.
"Este traslado afecta negativamente los planes de gestión aprobados por la Comunitat Valenciana y dificulta la consecución de los objetivos de valorización y de porcentaje de rechazo a vertedero establecidos en el Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana (Pircva) para los propios residuos domésticos y asimilables", argumenta el departamento de Mollà. Además, "la administración considera que existen instalaciones alternativas suficientes y más próximas al lugar de origen, para realizar el tratamiento final propuesto, tanto de tratamiento previo como de valorización energética directa". La conselleria ha trasladado al Ministerio de Medio Ambiente un informe en el que explica la denegación de la entrada de estos residuos y lodos tóxicos para que avale la decisión definitiva.
En la Comunitat Valenciana los lodos se tratan en las depuradoras públicas de la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), que gestionan empresas privadas. El 89% se aplica en el campo como abono agrícola tras estrictos controles y el otro 11% se utiliza para energía. En lo referente a la petición de SAV-DAM, los fangos procedentes de Nápoles iban destinados a su quema como energía en cementeras,