Las aguas residuales de la obtención del aceite de oliva podrían convertirse en bioplásticos
Los investigadores consideran que, con los altos precios que está alcanzando el petróleo y sus derivados, este método podría suponer una gran ventaja económica. Esto no sólo por la consecución de los plásticos sino que también serviría para tratar un residuo que en España genera un total de 5 millones de metros cúbicos anuales, concentrados en el tiempo durante la campaña olivarera de noviembre y diciembre.
Por un lado, el alpeorujo supone unos efectos medioambientales que no se pueden obviar, especialmente en cuanto a la alteración de la fertilidad del suelo y la liberación de compuestos tóxicos a la atmósfera.
Por el otro, las bacterias fijadoras de nitrógeno de vida libre de la familia de las Pseudomonadaceae (Azotobacter sp) son capaces de almacenar, por vía intracelular, biopolímeros (polihidroxialcanoátos) de propiedades plásticas análogas a las de algunos polímeros termoplásticos procedentes del petróleo.
La conjunción del impacto ambiental de esas aguas residuales con el beneficio que pueden suponer sus bacterias, es la esencia de la investigación. Así, los científicos de la UGR han aprovechado este metabolismo de los organismos para obtener una viable y optimizada producción de biopolímeros a través del alpeorujo, un agua residual agrícola perjudicial por su carga orgánica y fototoxicidad.
Via Agroinformación
maesejose (cc)
Granada