León concede la autorización ambiental para la ampliación del Centro de Tratamiento de Residuos
La consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de León ya ha concedido la autorización ambiental para la ampliación del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de San Román de la Vega, en el término municipal de San Justo de la Vega, y titularidad del Consorcio Provincial para la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos de León (Gersul). La licencia, según recogía el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), supone la modificación de la Orden del 30 de enero de 2007, a fin de adaptar la autorización ambiental a las nuevas necesidades de la planta, consistente en la ampliación del vertedero, con la construcción de un nuevo vaso de vertido con cuatro celdas.
Según la información del Bocyl, a la solicitud se adjuntó el estudio de impacto ambiental, el proyecto básico, un resumen no técnico, la descripción de efluentes y una memoria ambiental. Asimismo se han solicitado informes a las Confederación Hidrográfica del Duero, el Ayuntamiento de San Justo, los servicios territoriales de Medio Ambiente, de Sanidad y de Industria, así como a la Agencia de Protección Civil y el servicio de control y gestión de los residuos.
La concesión de la autorización ambiental, por resolución del 6 de octubre, llega unas semanas después de que saliera por 5,5 millones de euros, más IVA, la licitación de la obra de ampliación. En concreto, y según estas cifras, cinco millones se destinarán a la construcción del nuevo emplazamiento para verter residuos y otros 500.000 euros a su puesta en marcha.
Con esta obra se pretende poner fin al colapso del vaso actual del CTR. En concreto, el proyecto contempla una división en celdas del vaso, de forma que éstas se irán sellando a medida que se colmen. Este diseño permitirá además que la basura rechazada para el reciclaje pueda depositare en el centro de residuos aunque no haya finalizado el total de la obra, ya que para cuando el vertedero actual no disponga de capacidad ya podrá utilizarse al menos una de las celdas.
En este sentido, el nuevo vaso ocupará 112.000 metros cuadrados, albergará cerca de 2,1 millones de metros cúbicos de desperdicios y está pensado para que pueda prestar servicio de 13 a 15 años. Con el avance de los trámites y una vez que la obra esté adjudicada, la previsiones pasan por que la infraestructura esté concluida en 2018.