Localidad en Shikoku (Japón), modelo cero desechos
Hasta ahora, el pueblo de 1.700 habitantes, ha progresado firmemente hacia su objetivo. En 2014, Kamikatsu alcanzó un ratio de reciclaje del 77,2%, cuadruplicando casi la media nacional del 20,6%. Unos 2.500 visitantes de dentro y fuera de Japón acuden cada año a esta localidad en busca de consejos sobre cómo reducir los desechos.
Este proyecto de reciclaje se centra en el único basurero del pueblo, conocido como Estación Gomi (vertedero), gestionado por la organización sin ánimo de lucro llamada Academia Cero Desechos.
Los contenedores de reciclaje de la planta se identifican con señales que muestran las diferentes categorías, como latas de aluminio, latas de acero, tapones de plástico o de metal. Las señales también indican en qué se transformará la basura así como el precio de venta para compradores. El gobierno de Kamikatsu instruye a las familias para separar sus residuos en 34 categorías. En la estación de reciclaje hay alrededor de 60 categorías.
El punto de partida para el compromiso de reciclar de Kamikatsu surgió tras la compra de un pequeño incinerador en 1998, que fue apagado tan solo dos años después por superar las emisiones máximas legales de dioxina.
Las autoridades locales pidieron separar los residuos para reciclarlos y reducir la cantidad de basura a incinerar. En 1997, la ciudad tenía nueve categorías de separación de residuos. El número pasó a 34 en 2002. El año siguiente se propuso el objetivo de cero desechos.
Ha sido un esfuerzo general. Por ejemplo el Café Polestar, no dispone de servilletas de papel en sus mesas, los tickets sólo se entregan cuando el cliente los pide y los empleados del restaurante utilizan sus propias bolsas. La tienda Kurukuru, situada junto a la planta de reciclaje, ofrece muebles de segunda mano gratis, ropa, vajillas y otros objetos que traen los residentes.
Arika Sakano, director de la Academia Cero Desechos, está listo para dar un paso más porque cree que la misión de los residentes está llegando a su límite.
“No queremos sólo separar la basura en un gran número de categorías, también queremos reducir la cantidad inicial producida”, dice Sakano, de 27 años. Una forma de conseguir esto es trabajando con los comercios para cambiar sus métodos tradicionales de embalaje.
Sakano señala que algunas autoridades externas han atribuido el éxito de Kamikatsu a su pequeña población, lo que permite compartir esfuerzos fácilmente para conservar el entorno. “Todas las comunidades pueden crear sus proyectos de cero desechos teniendo en cuenta sus circunstancias”, dice Sakano.