Los objetos de plástico de un solo uso estarán prohibidos en toda la UE en 2021
La Eurocámara aprobó la semana pasada una serie de medidas para reducir la contaminación en los océanos que contempla que la Unión Europea prohíba el uso de objetos de plástico de un solo uso como bastoncillos para los oídos, cubiertos y pajitas a partir de 2021. La Eurocámara fijó su posición en sesión plenaria con una abrumadora mayoría de 571 votos a favor, 53 en contra y 34 abstenciones.
Los ministros de Medio Ambiente de los Estados miembros de la UE tendrán ahora que acordar la postura de los países que permita iniciar las negociaciones entre Consejo, Parlamento y Comisión para alumbrar la nueva normativa comunitaria, cuya tramitación se espera que finalice antes de las elecciones europeas del próximo mayo. La propuesta legislativa del Ejecutivo comunitario nació inspirada por el “éxito” de la directiva europea que prohíbe las bolsas de plástico en los comercios y responde a que el plástico, sometido a un lento proceso de descomposición, se acumula en mares, océanos y playas y es ingerido por tortugas, focas, ballenas, aves, pescados y mariscos, de forma que termina en la cadena alimenticia. Los eurodiputados respetaron en esencia la propuesta inicial de la Comisión Europea, que el pasado mayo abogó por eliminar los materiales plásticos de un solo uso en objetos cotidianos para los que existen alternativas sostenibles porque representan el 70% de la basura marina que contamina las costas europeas.
Pero el Parlamento quiere ir más lejos que la Comisión y sugiere que también desaparezcan del mercado los productos de plástico oxodegradable y los contenedores de comida rápida de poliestireno expandido. El consumo de determinados productos que resultan contaminantes, pero para los que no existe alternativa, tendrá que reducirse al menos el 25% para 2025, categoría en la que se incluyen los envases de un solo uso para hamburguesas, bocadillos, frutas, verduras, postres y helados.
Además, los Estados miembros de la UE tendrán que diseñar planes nacionales para incentivar el uso de productos que puedan ser reutilizados o reciclados. Otros plásticos, como las botellas para bebidas, deberán recogerse separadamente y su porcentaje de reciclaje tendrá que alcanzar el 90 % en 2025, tal y como proponía la Comisión. La Eurocámara también reclama “medidas específicas” para los filtros de cigarrillos cuyos residuos deberán reducirse en el 50% para 2025 y el 80% para 2030. Una colilla puede contaminar entre 500 y 1.000 litros de agua y, abandonada en una cuneta, puede tardar hasta doce años en desintegrarse, según el PE.
Los 28 países que conforman la Unión Europea deberán garantizar también que al menos la mitad de los aparejos de pesca que contengan plástico perdidos o abandonados son recuperados, con un porcentaje de reciclaje de al menos el 15 % para 2025, según la posición aprobada por la Eurocámara. En ambos casos, tal y como pedía la CE, las capitales comunitarias tendrán que asegurarse de que las compañías tabacaleras y los productores de aparejos de pesca con plástico cubren los costes de recogida de sus desechos, incluido el transporte y tratamiento, según el texto votado en el hemiciclo europeo. Ni la Comisión Europea ni el Parlamento Europeo contempla un nuevo impuesto sobre el plástico, iniciativa que forma parte del debate público en Bruselas sobre estos materiales contaminantes pero que, por ahora, no se ha traducido en una propuesta legislativa.
Las organizaciones ecologistas Greenpeace y Amigos de la Tierra han calificado de “histórico” el apoyo del Parlamento Europeo a la prohibición de ciertos plásticos de un solo uso (como bastoncillos, cubiertos o pajitas) en la Unión Europea a partir de 2021. Para Alba García, responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace España, “el Parlamento Europeo ha hecho historia” y ahora la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, “deberá resistir la presión de las empresas que desean continuar con la cultura del usar y tirar”.
Alodia Pérez, responsable de Recursos Naturales y Residuos de Amigos de la Tierra, ha subrayado que la ciudadanía europea “quiere el fin de la contaminación por plástico y ahora los gobiernos deben cumplir con esa demanda”. La ONG aplaude los objetivos “ambiciosos” que se plantea la nueva directiva sobre plásticos, que incluirá la obligación de los productores de costear el total de la contaminación que generan, así como medidas para reducir la contaminación causada por los aparejos de pesca. Considera asimismo que la nueva propuesta ha optado por una definición “más acorde y sin ambigüedades de los plásticos de usar y tirar”, un punto conflictivo, ya que la anterior “permitía a los fabricantes etiquetar esos productos como reutilizables.
Ambas organizaciones han aplaudido la postura del Parlamento Europeo, pero lamentan que el nuevo documento no contemple la eliminación de las bolsas de plástico muy ligeras, que sí se había incluido en la propuesta del Comité de Medio Ambiente.