Luz verde a la planta de reciclaje de barcos de El Musel (Gijón)
A finales de julio, la compañía recibió una notificación en la que se informaba sobre la concesión del último permiso que quedaba pendiente para lograr la autorización ambiental integrada.
Después de cuatro "largos" años de trámites y demoras, la firma asturiana confía en poder iniciar a finales de septiembre u octubre las obras, que durarán entre seis y ocho meses, para tener la factoría operativa en la próxima primavera. Su responsable, Antonio Barredo, aseguró ayer que será una instalación "innovadora y pionera, no solo en Asturias y España sino también en Europa, por el concepto de gestión de residuos y el cumplimiento al 100% de las normativas europeas en ese ámbito".
La autorización definitiva del Gobierno autonómico, pendiente ahora de su publicación en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA), permitirá a DDR Vessels XXI comenzar a negociar la compra de barcos para el desguace.
La idea es compaginar las obras de la planta de El Musel con la formación de la plantilla. En principio, la empresa contará con 12 empleados que llegarán a los 26 cuando la planta esté a pleno rendimiento. La inversión irá también aumentando progresivamente, de los tres millones de euros iniciales a los cinco que calculan en unos años. Una cuantía que dependerá también de la maquinaria y la tecnología que vaya apareciendo en el mercado del reciclaje.
El responsable de la compañía asturiana justificó la demora burocrática para la autorización de un proyecto, "cuya documentación presentamos ya en el año 2012", por la novedad del mismo. No obstante, lamenta que en estos años de trámites que han ralentizado el inicio de las obras de la planta de El Musel se han perdido "numerosas oportunidades de negocio", que, traducidas a millones de euros, son también cuantiosas.
Barredo cita que, solo de la Armada española han salido en este tiempo y para su desguace tres fragatas, dos barcos de desembarco y el portaaviones Príncipe de Asturias. Además, les han ofrecido cargueros europeos que no ha podido aceptar. "Sin tener la planta no podíamos arriesgarnos a asumir barcos".
La superficie total de la instalación será de 11.736 metros cuadrados, de los que 3.300 estarán destinados a descontaminación y desmantelamiento de los buques. Las dimensiones máximas de los barcos con los que podrá trabajar son 220 metros de eslora, 28 de manga y un calado de diez metros.
Dos son los socios que conforman DDR Vessels XXI. Por un lado, está la empresa asturiana Auto Meres Picatto, con más de 20 años de experiencia en el negocio del reciclaje de vehículos industriales, y por otro, la vizcaína Desmantelamiento Industrial y Naval, S. L. (Dina), que trabaja especialmente en el reciclaje y descontaminación de embarcaciones en el puerto de Bilbao.