Machu Picchu busca la sostenibilidad a partir del reciclaje de desechos orgánicos
El distrito de Machu Picchu Pueblo, localizado en el sur de Perú, además de albergar la conocida zona arqueológica inca, busca también posicionarse como una localidad totalmente sostenible mediante un proyecto de reciclaje de residuos. Para avanzar en esa dirección, el pasado 5 de abril se puso en funcionamiento la Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos, capaz de procesar de 3 a 4 toneladas al día y convertirlas en biocarbón, que se usará para intensificar la productividad agrícola del suelo en la zona. Machu Picchu Pueblo se ubica a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar y a unos 110 kilómetros de distancia de la ciudad de Cusco, en medio de impresionantes paisajes de montañas y barrancos.
El director corporativo de Comunicación y Sostenibilidad del Grupo AJE, Jorge López, indicó que el objetivo del proyecto es hacer de Machu Picchu un "modelo de sostenibilidad" en la región, "al manejar toda la basura" y convertirla en un recurso aprovechable. "Son 3 toneladas de biomasas secas, diarias, que se generan aquí. Esto va a ser usado por los campesinos de Machu Picchu para poder cultivar sus tierras", comentó López. Explicó que la biomasa también se aprovechará para reforestar el "maravilloso santuario de Machu Picchu" a través del Servicio Nacional de Areas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).
La Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos forma parte de un proyecto iniciado en 2017. El proyecto incluye la Planta Compactadora de Residuos Plásticos, "que contribuyó en gran medida a solucionar el problema de basura acumulada por la gran afluencia de turismo en la ciudadela de Machu Picchu". El plan comprende también la Planta Transformadora de Aceite en Biodiésel y Glicerina, producto que es utilizado en restaurantes para cocinar.
Por su parte, el integrante del Grupo Alimenta, Ingrid Espinoza, explicó os alcances de esta Planta de Tratamiento de Residuos, conocida como pirolizadora. Dijo que cuenta con una "pre fase de molienda y secado para adecuar el material orgánico de los domicilios, que es muy húmedo y no es muy homogéneo". Mediante la pirolizadora, el material orgánico que hoy en día se quema y se descompone produciendo metano, puede ser un recurso aprovechable al convertirse en "bioshart", un fertilizante para mejorar los suelos. Espinoza comentó que se puede usar cualquier material orgánico como residuos de casas, de jardines o de podas de bosques, y utilizar "toda la biomasa que te queda" en cosechas.
El biocarbono que se obtiene puede ser utilizado para "reforestación" o en empresas que tengan aguas residuales contaminadas, además de que "podría usarse como filtro para retener todos los metales pesados o sustancias contaminantes". Como parte del proyecto de sostenibilidad, en el santuario de Machu Picchu se inició la siembra de un millón de árboles, los cuales serán abonados precisamente con biocarbono generado por la Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos.