Madrid presenta su nuevo plan de residuos: renovación de camiones, más recogida y quinto contenedor
El Ayuntamiento de Madrid subastará el papel y el cartón que se recoge en los contenedores. El objetivo es obtener un mínimo de 5,8 millones de euros en tres años. Estos cálculos se han realizado teniendo en cuenta el total recogido en el año 2015, que ascendió 35 millones de kilos. Además, según ha informado hoy el director general de Servicios del área de Medio Ambiente y Movilidad, Víctor Sanabria, a partir de diciembre se recogerá el cartón en comercios; y el vidrio, a partir de 2017.
En el antiguo parque de maquinaria de limpieza se ha presentado la nueva estrategia de residuos del consistorio. Este nuevo contrato, que tendrá una duración de tres años, tiene como objetivo mejorar la gestión de este tipo de residuos además de optimizar el precio que recibe el Ayuntamiento por este material.
El equipo de Gobierno de Manuela Carmena pretende también acabar con el robo del papel y cartón, ya que cada día se roban una media de noventa toneladas, más de un 30% de lo que se deposita en los contenedores.
La portavoz municipal, Rita Maestre, que ha acompañado a Inés Sabanés al acto de presentación, ha asegurado que este nuevo servicio de recogida era una "demanda generalizada de vecinos y comerciantes" que "va a mejorar muchísimo la limpieza en la ciudad".
Por otra parte, Madrid comenzará a implantar a partir del 1 de noviembre y de manera progresiva un proyecto piloto que contempla la implantación de un contenedor de tapa marrón para biorresiduos. Otra de las novedades es que se incrementará de tres a cuatro los días a la semana de recogida del contenedor amarillo; 109 camiones recién comprados por el Ayuntamiento empezarán a operar; y se hará una limpieza en profundidad, al menos una vez al mes, de todos los contenedores ubicados en la calle. La estrategia incluye la creación de limpios de proximidad, de los que al menos una decena se instalarán en recintos municipales, mientras que los puntos móviles pasarán de 222 a 330.
En concreto, durante el primer año del contrato se renovará totalmente la flota de camiones . Los primeros vehículos en incorporarse al servicio serán los 109 que ha comprado el Ayuntamiento con una inversión de 21.296.618,75 euros. Se trata de camiones Iveco Stralis de Gas Natural Comprimido (GNC) y de carga trasera, con una potencia de 330 caballos y caja de cambios automatizada con ralentizador integrado. Son 90 vehículos con recolector de 19 metros cúbicos y otros de 12 metros cúbicos, que disponen de ocho bombonas de GNC de 640 y 600 litros respectivamente. El resto de camiones, hasta un total de 442 los adquirirán las empresas adjudicatarias en el primer año de contrato y al final del mismo pasarán a propiedad del Ayuntamiento.
PUNTOS LIMPIOS DE PROXIMIDAD
La nueva estrategia de residuos incluye otros contratos como el de puntos limpios y saneamiento y retirada de residuos en viviendas y locales, que se adjudicará próximamente, y el de enajenación de papel-catón.
A principios de noviembre habrá un nuevo punto limpio, el de proximidad, del que se instalarán un mínimo de 10 en el interior de recintos municipales a lo largo de 2017. También en 2017 se ampliarán en 108 los puntos limpios móviles, pasando de los 222 actuales a 330. Asimismo, los puntos limpios fijos ampliarán las fracciones de residuos que pueden depositarse por separado, como las cápsulas de café o la madera.
Otra de las próximas actuaciones municipales será la enajenación del servicio de recogida selectiva de papel-cartón, con el objetivo de mejorar la gestión del este tipo de residuos y la situación de la ciudad en general.
Asimismo, el Ayuntamiento de Madrid cambiará en algunos distritos los contenedores de recogida de "restos" y "envases" que ahora son de cuatro ruedas por otros de carga lateral y de mayor capacidad para que sean "más eficaces y más limpios", además de que el 25% de los contenedores de la ciudad estarán adaptados a personas con discapacidad. Estos nuevos contenedores tendrán mayor capacidad de recogida, de manera que se facilitará que la basura no rebose, y supondrán una "menor ocupación de la vía pública" y un "menor impacto estético".