Más de 100.000 habitantes de Chiclana y Conil se beneficiarán del centro de transferencia de residuos de La Victoria
Un total de 105.517 habitantes residentes en los municipios gaditanos de Chiclana de la Frontera y Conil de la Frontera se beneficiarán de la construcción del nuevo centro de transferencia de residuos ubicado en el antiguo vertedero de La Victoria. Se trata de una superficie de 24 hectáreas que fue sellada, durante 2018, tras una intervención de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía valorada en 3,1 millones de euros y que contó con la cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de Andalucía 2014-2020.
Por su parte, la Junta de Andalucía ha anunciado que la construcción de una estación de transferencia de residuos sólidos urbanos sobre el terreno que ocupaba el antiguo vertedero conseguirá una capacidad prevista de 100.000 toneladas de residuos al año. El edificio atender también sobrecargas puntuales de residuos provenientes de otros municipios limítrofes. La obra, que se encuentra en proceso de redacción, contará con un presupuesto base de licitación de casi tres millones de euros y un plazo de ejecución de la obra civil, una vez adjudicado, de diez meses, generando 1.940 jornales aproximadamente.
De esta forma, Chiclana de la Frontera entierra definitivamente el antiguo vertedero de residuos sólidos urbanos de La Victoria. La Junta de Andalucía ha procedido así a la clausura, sellado y restauración de una superficie de 24 hectáreas destinadas con anterioridad al almacenamiento descontrolado de basura. Los trabajos de sellado del vertedero comenzaron en mayo de 2017 y, tras un año de intervención, culminaron antes verano de 2018, "generando alrededor de 1.600 jornales y beneficiando a una población total de más de 82.000 habitantes", según ha señalado Germán Coca, jefe de servicio de Planificación de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
En concreto, esta intervención ha conseguido retirar los vertidos más voluminosos, especialmente escombros, así como los lixiviados (residuos líquidos contaminantes) y aguas superficiales. El proyecto ha incluido también el saneamiento y la restauración ambiental de toda la cubierta vegetal de la superficie afectada. "Esta actuación resolverá problemas de contaminación y deterioro paisajístico", ha añadido Germán Coca, responsable de la obra. Además, tras la recepción de la obra, el Ayuntamiento de Chiclana de la Frontera deberá ejecutar un Plan de Seguimiento y Control vigente durante los próximos 30 años, como mínimo.