Medio Ambiente y Sogama difunden un decálogo con 10 recomendaciones básicas para una gestión sostenible de los residuos en vacaciones

Cerceda, a 17 de julio de 2017.- Si bien las vacaciones de verano constituyen un magnífica ocasión para desconectar de la rutina diaria y cargar pilas para el resto del año, lo cierto es que esta situación de relax asociada al período estival no debe llevarnos a bajar la guardia en el ámbito medioambiental. Es por ello que la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio y Sogama, habida cuenta del cambio de hábitos que trae consigo la etapa vacacional, han optado por publicar conjuntamente un decálogo con diez sencillas recomendaciones para que la gestión sostenible de los desechos viaje con los ciudadanos y que ésta se haga efectiva en cualquier parte del mundo.
LIMPIEZA Y ORDEN
El documento comienza con la oportunidad que puede representar el disponer de mayor tiempo libre para vaciar armarios y cajones y hacer acopio de lo inservible, depositándolo en los puntos de recogida apropiados. Ropa y calzado que ya no usamos, aparatos eléctricos y electrónicos que ya no funcionan y un sinfín de artículos que acumulamos en nuestras casas y que pueden tener una nueva vida gracias a la reutilización y al reciclaje.
Asimismo, se incide en la necesidad de poner freno al usar y tirar, tan habitual en los picnis, comidas en la playa y meriendas en el campo, procurando que las vajillas y cuberterías de plástico se sustituyan por su versión reutilizable (loza, cristal, acero, …) y con larga vida.
La lucha contra el littering o abandono de residuos en entornos naturales, y que se acrecienta en verano debido a una climatología más benévola para disfrutar de actividades al aire libre, debe estar también muy presente, al igual que lo debe estar la recogida selectiva. La máxima de “un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar” debe cumplirse a rajatabla para garantizar el reciclado. Cada tipo de contenedor debe acoger el residuo correspondiente, propiciando de esta forma su transformación en nuevas materias primas.
El autocompostaje se erige igualmente en una magnífica solución para el tratamiento de la materia orgánica. Las viviendas con jardín y huerto constituyen el escenario idóneo para elaborar abono de alta calidad a partir de los residuos orgánicos y utilizarlo de nuevo como fertilizante natural.
PLANIFICACIÓN Y RESPETO
Reducir el desperdicio alimentario se configura como otro de los objetivos que debe estar muy presente. Fiestas, comidas con amigos, el almuerzo en el chiringuito de la playa y en el restaurante se repiten cada día, y las sobras de comidas acaban irremediablemente en los cubos de la basura. La racionalidad se impone. Elaborar una lista previa de la compra, adaptar las raciones al número de comensales, diferenciar entre fecha de caducidad y fecha consumo preferente, y aprovechar los restos para nuevos menús constituyen pequeños gestos que traerán consigo un gran ahorro de recursos. Llevar el tupper al restaurante para las sobras no debe generar ninguna situación incómoda ni vergonzosa. Se trata de maximizar el aprovechamiento.
Nada por la borda. Este debe ser el lema para los que surcan los mares, que hoy se han convertido en los grandes vertederos de la humanidad. La elevada presencia de residuos, sobre todo de plásticos no biodegradables, están ocasionando serios daños en los ecosistemas y la fauna marina, provocando la muerte de muchos animales, que los confunden con alimento.
También las vacaciones pueden ser un buen momento para apuntarse a actividades de voluntariado ambiental a través de la colaboración en la limpieza de espacios públicos y labores educativas, resultando igualmente un momento propicio para realizar actividades con los pequeños que permitan un mayor contacto con la naturaleza, inculcándoles el respeto hacia la misma.
Pero nada de estas acciones tendrían sentido si no se extienden al resto del año, ya que sólo a través de la perseverancia y la responsabilidad compartida se logrará hacer frente a la problemática que representan los desechos. El reto reside en abandonar el modo de vida lineal, caracterizado por las malas prácticas de extraer-producir-usar-tirar, y transitar hacia uno circular en el que los residuos se transformen en recursos.
DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS
1.- Deshazte de lo que ya no utilices
El inicio del veran puede ser un buen momento para limpiar a fondo nuestras casas y deshacernos de lo que ya no utilizamos. Abre peurtas y armarios y saca esos aparatos eléctricos y electrónicos que ya no utilizamos, esa ropa de inviero que ya hace varias temporadas que no usas, eses calzado del que ya te habías olvidado e incluso ese textil del hogar escondido en cajones.
Los residuos especiales tales como los voluminosos, aparatos eléctricos y electróincos, etc, llévalos al punto limpio municipal. Y la ropa fuera de uso, a los contendores específicos que gestionan organizaciones autorizadas para posibilitar su reutilización y reciclado. Ganarás espacio y ayudarás a otras personas.
2.- Olvítate del usar y tirar
Picnis, comidas en las playas, a orillas de los ríos, en los cámpings, escenarios todos ellos my proclives para el uso y abuso de envases, vajillas y cuberterías no reutilizables y que, casi de forma instantánea, acaban convirtiéndose en residuos. La comodidad se impone en vacaciones, pero debemos ponerle límites. Da preferencia al uso de materiales como loza, vidrio, acero y aluminio, fácilmente reutilizables y con larga vida.
3.- Ni un solo residuo en el entorno
El littering o el abandono de residuos en entornos naturales es alarmante. En tus salidas a la playa y al campo, utiliza conrrectamemente las papeleras para depositar tus residuos y, si no las tienens a mano, guárdalos para introducirlos en las mismas o en los contenedores adecuados en cuanto te resulte posible.
4.- Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar
Estar fuera de nuestro hábitat no debe ser impedimento ni excusa para no dar continuidad a las bunas prácticas en la separación de los residuos y correcto depósito de los mismos en los contenedores correspondientes. Recuerda, al amarillo, latas, bricks y envases de plástico; al azul, envases de papel y cartón; al iglú verde, envases de vidrioi; y al verde genérico, la fracción resto. Estés donde estés, no olvides contribuir al reciclaje. La protección del medio ambiente es universal.
5.- Autocompostaje
Si pasas tus vacaciones en una vivienda unifamiliar con huerto o jardín, no dudes en sumarte al compostaje doméstico y elaborar compost con materia orgánica. En www.compostaconsogama.gal te enseñamos cómo hacerlo. Incluso si no tienes compostador y no quieres comprarlo, en esta página encontrarás un tutorial para elaborarlo manualmente con diferentes materiales reutilizables. Obtendrás un abono de alta calidad con excelentes propiedades fertilizantes para el suelo.
Y si tu vivienda habitual reúne las características necesarias para sumarte al compostaje doméstico, no esperes más. Una sencilla técnica con grandes beneficios ambientales.
6.- Ojo con el desperdicio alimentario
Tiramos un tercio de la comida que se produce y el desperdicio alimentario se va acrecentando en verano. Los sucesivos encuentros familiares y de amigos en los propios domicilios, en chiringuitos de las playas, en restaurantes, en fiestas o en cualquier ámbito, suelen ser habituales. La prudencia debe imponerse en estos casos.
En casa, se hace necesario elaborar una lista previa de la compra, planificar los menús con antelación, diferenciar entre fecha de caducidad y de consumo preferente, conservar adecuadamente los alimentos, revisar la despensa y la nevera, y aprovechar las sobras para elaborar nuevos platos.
La publicación de Sogama “Para repañar no prato” te proporciona todas las claves www.sogama.es/es/publicacion/para-repanar-o-prato
En restaurantes y chiringuitos, no caer en la tentación de sucumbir a las distintas ofertas culinarias, aplicar la racionalidad y ajustar las cantidades al número de comensales. No dudes en llevar tupper para las sobras.
7.- Las basuras marinas, en el puntos de mira.
Si surcas los mares, nada por la borda. Lamentablemente, los océanos se han convertido en el gran vertedero de la humanidad. La presencia de plásticos en los mismos, procedentes en su mayor parte de las actividades terrestres, están alterando en gran medida los ecosistemas y provocando la muerte de muchos animales marinos. Actúa en consecuencia.
8.- Voluntariado
En vacaciones, época del año en la que disfrutamos de mayor tiempo libre, puede ser un buen momento para aportar nuestro grano de arena en la protección y conservación del medio ambiente. No dudes en contribuir a alguna iniciativa de voluntariado y apuntarte a cualquier actividad vinculada a la limpieza de espacios públicos, asesoramiento a al población y labores de educación ambiental. Las posibilidades son múltiples y los resultados muy gratificantes.
9.- Educar para un futuro sostenible
Si tienes hijos, aprovecha la época estival, momento en el que las buenas temperaturas propician un mayor contacto con la naturaleza, para inculcarles los buenos hábitos en la preservación del medio ambiente como el bien más preciado para nuestra existencia.
Diseña para ellos actividades que incidan en la concienciación sobre la importancia que tiene mantener limpio el entorno. Las acciones formativas en campamentos suelen ser también de gran utilidad.
10.- Aplica todos estos consejos durante el resto de año
Solo a través de la perseverancia y la responsabilidad compartida se logrará hacer frente a la problemática que representan los residuos.
Al regreso de vacaciones, no bajes la guardia. Mantén los buenos hábitos todos los días del año y recuerda que para disfrutar de una vida plena, debemos cuidar y mimar el medio ambiente de forma permanente.