En tan sólo dos años prácticamente se duplicó el porcentaje de residuos sólidos recolectados en los vertederos que pueden ser reciclados, aseguró Ulises Hernández Rodríguez, presidente electo del Instituto Nacional de Recicladores (Inare), creado desde 1993 y que a la fecha aglutina a 2.300 empresas del sector y trabaja con una base de 6 millones de pepenadores (separadores) en todo el país.

El incremento en el reciclaje de residuos sólidos pasó de 16% en 2015 a 30% en este año y en ello ha incidido la basura electrónica, como celulares computadoras y televisores, de la que se trata de recuperar todo el material que se utiliza para su fabricación y que va desde las carcazas de plástico hasta los diferentes metales de los circuitos electrónicos, detalló en entrevista con La Jornada.

Ese 30% que se recupera “entra nuevamente a la industria” y los componentes de los aparatos electrónicos aportan desde cadmio, oro, cobre, plata, considerados como desechos peligrosos, pero aclaró que en México no existe una empresa que los procese por lo que sólo se acopian y se exportan.

A nivel anual, dijo, se recupera un millón 300 mil toneladas del plástico de los aparatos electrónicos, llamado ADS polietileno, pero del material electrónico no proporcionó una cifra al respecto y sólo mencionó como ejemplo que siete de las empresas afiliadas al instituto llegan a recolectar 500 toneladas mensuales.

En cuanto a la basura en general, cada mexicano genera un kilo de residuos sólidos por día, lo que implica que en un año se generan 43.8 toneladas de basura en todo el país, detalló Ulises Hernández, quien en noviembre sucederá en la presidencia del Inare a Gustavo Armando Hernández Macías.

Si bien mencionó que la cultura del reciclaje no se ha desarrollado lo suficiente en México porque en países europeos se recupera hasta el 90%, ponderó que en América Latina es líder en la recolección y posterior reutilización de desechos ferrosos y no ferrosos como la chatarra, metales, celulosa, papel, cartón, metales como el bronce, aluminio y acero. En contraste, Brasil sólo se tiene una tasa recuperación del 4% en vertederos y ponderó que aquí la recuperación del papel o la celulosa es actualmente del cien por ciento, cuando hace unos años sólo era del 30%.

Aclaró del total de residuos sólidos urbanos, un 30% se concentran en los rellenos sanitarios a cargo de los gobiernos, mientras que las empresas del sector se ocupan del restante 70% que proviene de los deshechos industriales y domésticos. Entre los afiliados del instituto, hay algunas empresas que ya hacen el servicio de recolección de desechos de todo tipo, orgánico e inorgánico, en diversas industrias de manera integral y aunque son pocas aún algunas son grandes pues “una de ellas tiene representación den 28 estados y cuenta con 55 plantas”.

También ponderó que con la reforma energética las empresas del sector podrán incursionar en la generación de energía a través del aprovechamiento del gas metano que se acumula en basureros y rellenos sanitarios.

Sin embargo, Ulises Hernández dijo que uno de los principales problemas que enfrentan los recicladores es el de la informalidad, pues aunque dijo que todas las empresas afiliadas al Inare, de las cuales un 5% son grandes firmas extranjeras, están constituidas legalmente y trabajan en la formalidad, trabajan “de primera mano” con 6 millones de pepenadores que carecen de prestaciones básicas como el acceso a una vivienda digna. También enfrentan algunos problemas de discrepancia fiscal porque no pueden obtener facturas del material que obtienen pero en cambio si deben facturarlo cuando lo venden, como las cajas de cartón que se recolectan de diversos productos.