La naviera estadounidense Princess Cruise Lines ha sido multada con 40 millones de dólares por la contaminación intencionada del medio marino desde el crucero Caribean Princes. Esta sanción es la más grande de la historia a una compañía por vertidos ilegales de residuos al mar.

Un tribunal de Florida ha condenado a la naviera por los vertidos ilegales de residuos y líquidos oleosos al océano. De los 40 millones de la multa, 10 se dedicarán a proyectos medioambientales (3 de ellos en Florida y 1 en aguas del Reino Unido).

La investigación judicial se inició después de la confesión de un maquinista del Princess. Tras la denuncia de la Guardia Costera de Estados Unidos, los mandos de crucero ocultaron los hechos, pero en una inspección en profundidad del buque tras arribar al puerto de Nueva York en el 2013, se descubrió que el crucero llevaba  desde el 2005 realizando vertidos ilegales a los océanos. En otra inspección llevada en Houston se descubrió que el Caribbean Princess había instalado válvulas ilegales lo que permitía descargar al mar vertidos incontrolados.

También se detectó que en otros cuatro buques de la compañía (el Star Princess, Grand Princess, Coral Princess y Golden Princess) se realizaban vertidos ilegales.

La compañía no tuvo más remedio que declararse culpable una serie de delitos medioambientales. Además los buques de 8 compañias del grupo Carnival, al que pertenece la naviera Princess Cruise Lines (Carnival Cruise Line, Holland America Line, Seabourn Cruise Line y AIDA Cruises) deberán estar sometidos a auditorias del del Environmental Compliance Program norteamericano durante cinco años.