El fabricante de automóviles estadounidense Tesla ha sido sancionado por infringir las normas de residuos peligrosos en su planta de producción en Fremont (California, EE.UU.). La medida punitiva, aplicada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), consiste en una multa de 31.000 dólares (algo más de 27.000 euros).

Sin embargo, la compañía de Elon Musk (cuyas ganancias anuales exceden los 21.400 millones de dólares; más de 19.000 millones de euros) también deberá pagar los 55.000 dólares restantes (casi 49.000 euros) para adquirir equipamiento de respuesta de emergencia para el Departamento de Bomberos local. De esta forma, el mencionado departamento mejorará su capacidad para responder ante incidentes relacionados con materiales peligrosos.

La decisión de EPA está vinculada con inspecciones llevadas a cabo por sorpresa en 2017 en las mencionadas instalaciones de Tesla. En ese momento quedó al descubierto que la empresa violaba la ley federal de Conservación y Recuperación de Recursos (RCRA, por sus siglas en inglés) en cuanto a su incapacidad para ajustarse a los estándares sobre emisiones aéreas a raíz de fugas en la maquinaria o a los requisitos para los generadores de desechos. Desde entonces, la automotriz se ha ocupado de todos los problemas identificados e impartió entrenamientos en manejo de residuos peligrosos a más de 1.100 empleados de la planta, indicó EPA.

Esta no es la primera vez que Tesla es sancionada por esta agencia. En 2010 la compañía recibió otra multa de 275.000 dólares (casi 245.000 euros) por no haber obtenido la certificación de su modelo Roadster, según recuerda el portal The Verge. Asimismo, la automotriz se enfrentó a diversos problemas legales relacionados con las condiciones de seguridad de sus trabajadores, después de que tres empleados se quemaran con aluminio derretido.