Nexo entre Iberoamérica y Europa en la gestión responsable de residuos farmacéuticos
La Red Iberoamericana de Programas Posconsumo de Medicamentos, presidida por Sigre desde su creación en 2015, tras la firma de la Declaración de Cartagena de Indias, es una alianza trasnacional a favor de la sostenibilidad compuesta actualmente por cuatro entidades: Corporación Punto Azul, en Colombia; Singrem, en México; Valormed, en Portugal, y Sigre, en España. Esta última entidad está siendo el modelo de referencia para los países que ponen en marcha este tipo de programas posconsumo.
Los principales objetivos de este foro de trabajo auspiciado por los cuatro componentes de la Red Iberoamericana e impulsado por la industria farmacéutica, son la búsqueda conjunta de soluciones para poner en marcha programas posconsumo en países que todavía carecen de ellos, así como identificar las mejores prácticas técnicas, logísticas y tecnológicas en el control, trazabilidad y tratamiento ambiental de los envases vacíos o con restos de fármacos al final de su vida útil. A través de un adecuado reciclado de estos residuos, la Red, que se inspira en seis de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por Naciones Unidas, busca ofrecer una respuesta común, homogénea y de calidad para garantizar la protección del medio ambiente y la salud de los ciudadanos.
La industria farmacéutica es el impulsor clave de la creación de los Programas Posconsumo de Medicamentos en los países que pertenecen a la Red Iberoamericana. De hecho, defiende la responsabilidad compartida entre todos los agentes del sector farmacéutico implicados para que los ciudadanos puedan deshacerse de manera segura de los fármacos que no necesitan o estén caducados.
Corporación Punto Azul (Colombia)
Para pedir y renovar registros sanitarios, los laboratorios en Colombia necesitan tener un Programa de Posconsumo de Medicamentos Vencidos como el que tiene Corporación Punto Azul, que es uno de los cuatro integrantes de la Red Iberoamericana de Programas Posconsumo de Medicamentos. “Punto Azul surge como iniciativa de la industria farmacéutica”, explica Jorge Trujillo, su director general.
Desde la puesta en marcha de la Red en 2015, Corporación Punto Azul ha desarrollado varias estrategias ambientales y de salud pública, aunque la más novedosa es que se ha convertido en el enlace oficial entre la Policía Fiscal y Aduanera colombiana y los laboratorios farmacéuticos. “Intercambiamos información para prevenir el crimen farmacéutico, y así evitar la falsificación, adulteración y contrabando de medicamentos”, asegura Trujillo.
En este contexto, defiende que no hay barreras políticas ni administrativas. “A largo plazo confiamos en que puedan integrarse a la Red Iberoamericana todos los países iberoamericanos que faltan. Para ello, hace falta que se adhieran a la industria farmacéutica y al resto de integrantes de la cadena de valor”, concluye el directivo.
Sigre (España)
El funcionamiento de Sigre y la corresponsabilidad asumida por todos los agentes del sector en este proyecto medioambiental y sociosanitario ha sido objeto de estudio por numerosos países europeos e iberoamericanos. “Ha servido de modelo para la implantación y puesta en marcha de este tipo de programas encargados de la gestión ambiental de los residuos de medicamentos, caducados o que ya no se necesitan, y sus envases”, asegura Juan Carlos Mampaso, director general de Sigre. Añade que la participación de la entidad en la Red Iberoamericana “permite exportar y compartir su exitoso modelo de funcionamiento y contribuir a los principales Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, con el fin de tejer alianzas más allá de las fronteras de cada país en favor de la sostenibilidad”.
De hecho, en España hay 21.800 farmacias que disponen de un Punto Sigre, 317 laboratorios adheridos y 142 almacenes de distribución que colaboran en la recogida de los residuos. “El círculo del reciclaje es una realidad plenamente implantada”, dice. También recuerda que gracias a los Planes Empresariales de Prevención (PEP) que coordina e impulsa en el sector, “los laboratorios han implementado 2.350 iniciativas de ecodiseño”.
Singrem (México)
El programa mexicano de posconsumo de medicamentos ha buscado, en la medida de lo posible, replicar lo que se hace en España. “Desgraciadamente la legislación mexicana es muy limitada en el tema de disposición de residuos de medicamentos y las autoridades poco hacen para reforzar el cumplimiento de las normas”, dice José Antonio Aedo, director de Singrem. De momento, están adheridas a Singrem las farmacéuticas afiliadas a la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, en cumplimiento con sus propios códigos de conducta, así como los laboratorios internacionales a través de su asociación (Amiif) y muchos nacionales. “Estas empresas se han comprometido con un sólido código de conducta (Cetifarma). De momento hay 85 adheridas (de las 240 existentes) y este año planeamos recoger y destruir alrededor de 670 toneladas de residuos, pero estamos lejos de lograr una cobertura nacional”, añade.
Entre sus objetivos a medio plazo está alcanzar la cobertura nacional, reforzar la adhesión de la industria y colocar unos 7.000 contenedores. “A largo plazo esperamos recoger y destruir unas 2.000 toneladas por año, que es el triple de lo que estamos logrando en 2018”, asegura el directivo.
Valormed (Portugal)
Valormed se adhirió a la Red Iberoamericana de Programas Posconsumo de Medicamentos en 2016 con el compromiso de llevar su experiencia y saber hasta los países que ya la integraban, así como estimular al resto de países iberoamericanos para crear un sistema de recogida de residuos de medicamentos, absorber nuevas realidades de tratamiento y mejorar su proceso.
“Portugal, desde 2017, tiene como adherentes a casi la totalidad de las 2.900 farmacias comunitarias existentes y los 180 laboratorios que colocan sus productos en el mercado, cuya adhesión es obligatoria para que sean respetados los principios de la responsabilidad ampliada del productor y del contaminador-pagador”, dice Luis de Figueiredo, director general de Valormed.
El principal reto del programa portugués, que conmemora en 2019 su vigésimo aniversario, es poner en marcha antes de finales de año su nueva planta de tratamiento y clasificación de residuos con el objetivo de aumentar la fracción destinada al reciclaje. “Por otro lado, en las farmacias, y hasta 2020, se quiere recoger al menos un 20% del total de los materiales de envase utilizados por los laboratorios adheridos, que son colocados cada año en el mercado nacional”, dice.