El Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) Sólidos Urbanos de la provincia de León, situado en San Román de la Vega, contará en 2018 con un nuevo vaso de almacenamiento que permitirá "una tranquilidad durante quince de años" en la gestión de las basuras.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha firmado el pasado viernes un convenio con el Consorcio Provincial para la Gestión de Residuos Sólidos en la provincia de León, delante del presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo.

Este acuerdo permitirá la construcción, gestión y sellado de un nuevo vaso de rechazos en el Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de San Román de la Vega, una vez que el actual "está a punto de colmarse", ha explicado el presidente del consorcio, Ángel Calvo.

El proyecto supondrá una inversión 11,8 millones de euros, incluida la construcción y su futuro sellado, una obra "absolutamente necesaria y urgente" que además ha estado "presente desde los primeros contactos de la Junta con el actual equipo de gobierno de la institución provincial", ha apuntado el consejero.

"La gestión de sus residuos sólidos es un servicio básico con una provincia con más de 400.000 usuarios", ha agregado. El nuevo vaso tendrá más de dos millones de toneladas de capacidad y cuatro celdas frente a las tres del actual, ha explicado.

"Las obras van a estar a tiempo, no habrá ningún momento en que el vaso actual esté colmatado sin que esté finalizado el nuevo", ha asegurado el consejero, que ha anticipado que "a finales del mes que viene se contará con la licitación ambiental". La obra "podrá comenzar a principios de 2017 y que tiene más o menos un año de ejecución".

La construcción del vaso supondrá una inversión de 6.170.466 euros y su futuro sellado otros 5.641.076 euros y ocupará una superficie de más de 130.000 metros cuadrados, con una capacidad de dos millones de toneladas de residuos con una vida útil de quince años si se tiene en cuenta que la producción anual de residuos es de 150.000 toneladas.

El proyecto plantea un plazo de ejecución de once meses y un desarrollo en cuatro fases que serán selladas a medida que se vayan colmatando, además de la impermeabilización, desgasificación, drenado de seguridad, tratamiento de lixiviados y programa de vigilancia y control.

El CTR de San Román de la Vega funciona desde 2004 y dispone de una planta de tratamiento y depósito de rechazos con capacidad para 1,7 millones de toneladas.