¿Pagar por proteger el medio ambiente? Más de la mitad de los españoles dicen no
Conocer nuestra sociedad es el primer paso para cambiarla. Conscientes de ello, la Cátedra Martín Patino de la Cultura del Encuentro de la Universidad Pontificia Comillas realiza desde hace varios años una investigación en la cual indaga acerca del comportamiento social en torno al medioambiente, la formación para el empleo, la deuda pública y las brechas de género entre otros temas. La edición número 29 del “Informe España” ha sido elaborada en conjunto por un equipo de profesores e investigadores de Comillas y de varias universidades nacionales y arroja datos muy significativos de la sociedad española actual.
Uno de los datos que se desprende de la investigación es que la mayoría de las y los entrevistados (54%) está en contra de pagar precios más elevados para proteger el medio ambiente; el 62% se manifiesta en contra de pagar más impuestos por esta causa y el 64% no acepta recortes en su nivel de vida para frenar el cambio climático. Sin embargo, a la hora de hacer la compra, los criterios que se tienen más en cuenta son que sean productos de elaboración local (58%) y las cuestiones medioambientales, ya que un 49% declara tener en cuenta este factor. En cambio, las cuestiones éticas, como los salarios, la no explotación y la igualdad, no son tenidas en cuenta en la mayoría de los casos (59%).
En palabras de Agustín Blanco, director de la Cátedra Martín Patino de la Cultura del Encuentro: “el informe realiza un análisis de los elementos de riesgo e incertidumbre transversales a la realidad que vivimos y destaca cómo el fortalecimiento de la democracia a través de la resignificacion de valores de libertad, igualdad, justicia es fundamental para este mundo lleno de incertidumbres, después de la pandemia y ahora con la guerra de Ucrania”. La descarbonización es otro de los temas medioambientales sobre los que indaga el informe y, sobre este punto afirma que hoy mayor necesidad de descarbonizar la economía en un contexto de crisis energética provocada por la invasión rusa.
El tema energético es protagonista de un capítulo entero de análisis. Los autores destacan que el sistema de energía español ha mejorado en los últimos años prácticamente todos los indicadores de sostenibilidad asociados al consumo y las emisiones, gracias a un descenso muy significativo en el uso de carbón para la producción de electricidad. Además, la participación de las energías renovables (incluidos los residuos no renovables) en el mix eléctrico creció del 24 % en 2009 al 38% en 2019. Si se cumple el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, el impacto macroeconómico de la descarbonización podría concretarse en un aumento del PIB de entre 16.500 y 25.700 millones de euros al año (un 1,8% del PIB en 2030), con una creación de empleo muy significativa, de entre 253.000 y 348.000 empleos por año. Sobre este aspecto, Pedro Linares, profesor e investigador de Comillas ICAI y autor del capítulo dedicado a la energía afirma que: “materializar estos beneficios requerirá resolver múltiples retos técnicos, económicos y legales; y fundamentalmente, movilizar una elevada inversión y activar a la demanda para hacerla más eficiente. Será imprescindible desplegar un conjunto amplio y profundo de políticas que ayuden a cambiar tecnologías y comportamientos, a la velocidad requerida, para que podamos superar los retos y aprovechar las oportunidades que presenta una transición energética absolutamente necesaria”.
La publicación muestra que, sin dudas, una de las mayores preocupaciones de la ciudadanía española hoy es la economía. En este sentido, la deuda de las administraciones públicas ha pasado del 95,5% del PIB en 2019 al 118,9% en 2021, mientras que la de las empresas no financieras ha escalado del 71,7% al 79,1%, y la de las familias del 56,9% al 58,4%. El incremento de la deuda de las empresas a partir de la pandemia ha sido íntegramente afianzado por el Estado. Por su parte, respecto a la deuda pública, el 2021 cerró con una cifra récord en términos nominales: 1,43 billones de euros, un 20,5% más que la que existía a final de 2019. Incrementos similares se han producido en Grecia (28,3%), Italia (25,3%), Francia (19,8%) o Bélgica (17,3%). En palabras de Pedro José Gómez Serrano, profesor de Economía de la Universidad Complutense y autor de uno de los capítulos, “a los ciudadanos nos preocupa la sostenibilidad de la deuda pública por si puede repercutir en recortes del gasto público y por si estamos dejando a nuevas generaciones una hipoteca que comprometa su bienestar y el crecimiento económico”.
[Esta noticia fue publicada originalmente en Diario Responsable. Lee el original aquí]