El sistema de recogida de trastos que Emaya implantó hace casi un año retira de las calles de la ciudad unas veinte toneladas de residuos voluminosos cada día. Según las estadísticas oficiales de la empresa municipal, en septiembre de 2015 se recogían aproximadamente 15 toneladas de trastos, lo que supone un incremento del 30% en el último año.

La presidenta de Emaya, Neus Truyol (Més), ayer defendió una vez más el sistema de recogida de trastos sobre la acera y sostuvo que el 75% de los residuos se retira en el día que corresponde a cada barrios, mientras que el 25% restante se recolecta fuera del horario establecido por la compañía.

Para mejorar los resultados y explicar cómo funciona el sistema de trastos, Emaya inició este verano una campaña educativa para explicar casa por casa cómo y cuándo se deben bajar los trastos a la calle.
Un grupo de entre ocho y diez personas se ha paseado por 28 de los 89 barrios de la ciudad para dar a conocer las reglas del sistema de trastos, en lo que Truyol definió como un "puerta a puerta educativo que nunca antes se había hecho".

El dato facilitado por Emaya afirma que la campaña informativa, que duró desde julio hasta octubre, llegó a 27.000 familias de Palma. La mayoría (10.400) fueron informadas en la calle por los educadores ambientales. En 10.000 domicilios dejaron cartas personalizadas. Y otras 6.120 personas les abrieron la puerta para ser informadas cara a cara. Por último, unas 420 personas pasaron por las paradas informativas instaladas en los mercados municipales o fiestas de barrio.

Las informadoras explicaron que tras pasar por un barrio no detectaron una disminución del incivismo o del volumen de trastos, pero sí percibían que muchos vecinos ya no abandonaban los trastos junto a los contenedores (eso bloquea el acceso a quien quiere tirar la basura) y los dejaban sobre la acera junto a la puerta de casa, tal como propone Emaya.

Sin embargo, en barrios como Son Gotleu donde hay trastos a diario en las calles a pesar de los refuerzos en la limpieza la campaña no dio sus frutos.

Truyol recordó que el año que viene Emaya invertirá 18 millones de euros para comprar maquinaria de limpieza, para renovar todos los contenedores de la ciudad y para implantar el sistema de recogida selectiva móvil de basuras en el centro histórico de Palma, una fórmula que a partir de marzo sustituirá a la fallida recogida neumática.

Además, la empresa municipal destinará 200.000 euros durante el año 2017 para programas de educación ambiental para la ciudadanía. El primero será para explicar el nuevo sistema de recogida del centro histórico, cuya campaña informativa se pondrá en marcha un mes antes de la implantación de la recogida selectiva móvil.

También en el primer trimestre del año se han previsto acciones para explicar la nueva ordenanza de limpieza y recogida de residuos, mediante una doble campaña entre los comercios y la ciudadanía para explicarles cuáles son sus derechos y obligaciones con la futura normativa.

Otra campaña será para la implantación de la fracción orgánica, que llegará cuando se instalen los nuevos contenedores en toda la ciudad. Y, por último, la empresa continuará con el programa de Emaya en la escuela. La compañía calcula que en total se deberán destinar 13.000 horas de trabajo para las tareas de información a pie de calle.