¿Por qué el ESG es cada vez más importante para las empresas?
Desde que se acuñó el acrónimo ESG (ambiental, social y buen gobierno) en 2005, y hasta hace poco, su fortuna ha ido en constante crecimiento. Para tener un ejemplo, ha habido un crecimiento de cinco veces en las búsquedas de ESG en Internet desde 2019, incluso cuando las búsquedas de RSC (responsabilidad social corporativa), un concepto antiguo que refleja más el compromiso corporativo que los cambios en un modelo de negocio central, han declinado, señala la consultora internacional McKinsey en un reciente artículo analítico.
En todas las industrias, geografías y tamaños de empresas, las organizaciones están asignando recursos para mejorar su rendimiento en ESG. El perfil creciente de ESG también ha sido claramente evidente en las inversiones. Las entradas en fondos sostenibles, por ejemplo, aumentaron desde 5.000 millones de dólares en 2018 a más de 50.000 millones en 2020, y luego a casi 70.000 millones en 2021. A mediados de 2022, los activos sostenibles globales rondan los 2,5 billones de dólares.
En varias jurisdicciones, la presentación de informes sobre elementos ESG es obligatoria o está bajo consideración activa. En el caso de España, a finales de 2018 se publicó en el BOE la Ley 11/2018 de Información no Financiera y Diversidad (LINF). Con ello se finalizaba el proceso de trasposición al ordenamiento jurídico español de la Directiva 2014/95/UE del Parlamento Europeo y del Consejo referida a estas cuestiones y que es hoy por hoy una de las más avanzadas del mundo.
La Ley de Información no Financiera y Diversidad obligó en un primer momento a las empresas de más de 500 empleados. Desde el 1 de enero de 2022, todas las empresas con más de 250 empleados (como medida general puesto que la ley incorpora muchos otros parámetros que implican a buena parte del tejido empresarial del país) tienen la obligación de presentar esta información no financiera en España y por tanto deben reportar sobre sus avances en ESG.
En los Estados Unidos, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) está considerando nuevas reglas que requerirían una divulgación más detallada de los riesgos relacionados con el clima y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). También se han propuesto o están pendientes regulaciones adicionales de la SEC sobre otras facetas de ESG. Según McKinsey, la actual situación de inestabilidad geopolítica internacional, con urgencias candentes como el ataque ruso contra Ucrania, podría hacer pensar que la preocupación por valores de alto nivel y largo plazo quedan desplazados. Sin embargo, no es así, afirma la consultora global. «Muchas empresas hoy en día están tomando decisiones importantes, como suspender las operaciones en Rusia, proteger a los empleados en países en riesgo, organizar ayuda en un grado sin precedentes y hacerlo en respuesta a las preocupaciones de la sociedad.
También continúan comprometiéndose con objetivos basados en la ciencia y definiendo y ejecutando planes para cumplir estos compromisos. Eso indica que las consideraciones ESG se están volviendo más, no menos, importantes en la toma de decisiones de las empresas«, afirma McKinsey.
Críticas al ESG y respuestas
La consultora internacional analiza las principales críticas de concepto que se esgrimen actualmente contra la aplicación a nivel empresarial de los criterios ESG y responde a todas ellas con argumentos y cifras que ayudan a pensar que que el maridaje de las empresas con su entorno social y ambiental y el desarrollo de negocio ligado a valor ha venido para quedarse.
Las acciones de la empresa pueden tener consecuencias significativas para las personas que no están directamente involucradas con la empresa. Las externalidades como las emisiones de gases de efecto invernadero de una empresa, los efectos en los mercados laborales y las consecuencias para la salud y la seguridad de los proveedores se están convirtiendo en un desafío urgente en nuestro mundo interconectado, dice McKinsey. Los reguladores claramente están tomando nota, añade. Da igual la rapidez que cada legislador nacional aplique. Las empresas multinacionales no pueden darse el lujo de adoptar un enfoque de esperar y ver. Por el contrario, sus socios de relación esperan que adopten medidas valientes.
Las empresas que incorporan un propósito en su modelo de negocio no solo mitigan el riesgo; también pueden crear valor a partir de sus valores. Muchas empresas, en todas las geografías e industrias, están utilizando los ESG para lograr un impacto social y beneficios financieros auxiliares.
Si bien las mediciones de ESG aún son un trabajo en progreso, es importante tener en cuenta que ha habido avances. Las métricas de ESG se mejorarán aún más con el tiempo. Ya están cambiando; existe una tendencia hacia la consolidación de los marcos de información y divulgación ESG. También hay una tendencia hacia una regulación más activa con requisitos cada vez más granulares que irá en breve plazo ofreciendo un marco más sencillo y claro.
[Esta noticia fue publicada originalmente en El Ágora. Lee el original aquí]