Por qué no debemos olvidar los plásticos reutilizables en tiempos de COVID-19
Tras las primeras semanas de miedo y caos donde hemos visitado grandes superficies y supermercados para hacer compras masivas durante la crisis del coronavirus, es un buen momento para pararse a pensar dónde y cómo hacer nuestras próximas compras.
Las personas que cultivan nuestros alimentos de forma local y sostenible (frutas, verduras, carnes y pescados) están perdiendo en esta crisis sanitaria buena parte de su negocio debido al cierre de sus canales habituales de comercialización, como mercados tradicionales. Por eso es recomemndable apoyar a mercados de proximidad y pequeños comercios todo lo posible eligiendo comprar allí, y siguiendo todas las medidas de seguridad e higiene necesarias. De paso, también conseguiremos reducir nuestros residuos. No tenemos cifras de cuánto ha aumentado el uso de plásticos desechables durante esta pandemia, pero su incremento salta a la vista. El hecho de que los alimentos que compramos estén envasados en plásticos desechables nos puede crear una falsa sensación de seguridad.
Los expertos sanitarios han explicado en múltiples ocasiones que el jabón y el agua caliente son efectivos para acabar con el coronavirus tanto en envases como en otros objetos. Por lo tanto, manteniendo estos estándares de higiene y desinfección, no hay motivo para fomentar el uso de envases y objetos desechables frente los reutilizables, salvo en condiciones de contagio u hospitalarias donde, como hasta la fecha, pueda ser necesario.
Lavar y utilizar en la medida de lo posible tu propia botella, tu propia bolsa, y tus propios envases es lo más seguro que puedes hacer, porque sabes dónde han estado y cómo los has lavado y desinfectado. Es muy importante que una vez pasada esta crisis sanitaria evaluemos la situación y podamos seguir apostando por los sistemas que reducen los residuos que generamos ya que, de tenerlos en marcha hoy en día, estarían contribuyendo a no tener que gestionar la ingente cantidad de residuos que nos inundan actualmente. Es fundamental que la necesidad de utilizar ciertos plásticos desechables ahora no se transforme en un argumento de la industria del plástico para seguir produciéndolos masivamente en el futuro.
La salud y la seguridad es lo primero, pero esto no puede servir de excusa para que las empresas de los plásticos empujen hacia el consumo de desechables para su propio beneficio tras la pandemia. La industria del plástico debe seguir transformándose y adaptándose hacia un mundo reutilizable. Por ejemplo, el Gobierno del Principado de Asturias está coordinando una alianza de instituciones y empresas regionales que trabajan en una propuesta para hacer que hasta 100.000 mascarillas al día puedan ser reutilizadas. Esta propuesta busca soluciones para evitar que sean de un solo uso y así poder proporcionar más mascarillas a personas que las necesitan, como a nuestros sanitarios. Otras alternativas para la industria de los desechables, además de las alternativas retornables y reutilizables, pueden ser incluso la fabricación de material de protección y respiradores entre otros.
Los sistemas de residuo cero que se construyen en torno a la reutilización crean empleos locales y comunidades resilientes, que aguantan cambios y dificultades como la que vivimos ahora. La fabricación de plásticos desechables se puede encargar a otros países, pero los sistemas de reutilización a nivel local deben ser gestionados por las propias personas y empresas de la zona, creando así esa riqueza local.
Por ello tenemos que seguir buscando alternativas no desechables para nuestros envases, guantes y muchos otros. Al continuar buscando formas de reducir los plásticos de un solo uso, podemos detener la emergencia climática, reducir el plástico que contamina nuestra salud y nuestro planeta, y crear un futuro resistente con empleos locales y una economía fuerte.
En lugar de revertir los esfuerzos realizados para hacer frente a la crisis de contaminación por plásticos, que están protegiendo tanto nuestra salud como nuestro planeta, los gobiernos y las empresas necesitan contar con sistemas de saneamiento que respalden la salud pública y ambiental, y seguir fomentando los envases reutilizables para hacer frente a la contaminación por plásticos, que seguirá muy presente una vez afrontemos la pandemia causada por el virus COVID-19.