En 2050 los océanos contendrán más residuos plásticos que peces. Esto es más que probable, ya que sólo en los EE.UU se usan 50 mil millones de botellas de un solo uso, mientras que más de 500 millones de pajitas de plástico se desechan cada día. Estos hechos ofrecen una idea de los volúmenes que mueve la industria alimentaria y de la restauración, así como las graves consecuencias de la producción de envases de plástico.

Quizás esta producción en masa de residuos plásticos no sería tan perjudicial para nuestra seguridad y medio ambiente si no se tardara 700 años en descomponer una botella. La combinación de producción de residuos, y tiempo necesario para su descomposición nos ha llevado a la creación y el desarrollo de “la gran isla de basura del Pacífico”, un área en el Océano Pacífico compuesta de residuos plásticos con el tamaño de Francia.

Las consecuencias de los residuos plásticos provocan un gran coste en limpieza, poniendo en peligro la vida animal y la humana, teniendo en cuenta que 1 de cada 4 peces contienen moléculas de plástico en su intestino.

Todos podemos contribuir a paliar las consecuencias de este problema si adoptamos algunas medida individuales, como llevar siempre bolsas reutilizables para hacer la compra, o acudiendo a cafeterías donde no sirvan el café en envases de plástico. De este modo la industria alimentaria cambiaría sus modelos de producción por uno consciente de su huella en el medio ambiente, y por tanto, en la población mundial.

Existen dos modos en los que la industria alimentaria puede reducir efectivamente su contribución a los residuos plásticos:

En Europa y China se recicla el 30% y el 25% respectivamente, sin embargo la media de reciclaje mundial es de un 9%. Teniendo en cuenta que la industria alimentaria y de la restauración es la fuente principal de contaminación de plástico en los océanos, los propietarios de esta industria podrían tomar algunas medidas para aumentar su tasa de reciclaje. Para empezar, podrían asegurarse de utilizar material reciclado en el envase de sus productos, tal y como hacen McDonald’s y Starbucks. También podrían utilizar su contacto con los clientes para educar al público ofreciendo tarjetas informativas en sus menús en las que se explicara su compromiso en la reducción de los residuos plásticos.

Sin embargo, teniendo en cuenta que el reciclaje es una cuestión clave para eliminar la acumulación de residuos plásticos en nuestros vertederos y océanos, éste sólo alivia parcialmente el impacto del carbono. El 80% del impacto medio ambiental se da en la producción de botellas, que es necesario incluso utilizando plástico reciclado. Una vez las botellas se han recogido, triturado y lavado, el reciclaje sólo elimina un 10% del impacto de carbono de la vida de una botella. Parece ser que evitar su uso es el método idóneo para la reducir los residuos plásticos dentro de la industria alimentaria y de la restauración. 

Albert Einstein dijo una vez “Los intelectuales resuelven problemas, los genios los evitan”. Así, quizás la mejor forma de reducir nuestros residuos plásticos es eliminar el plástico de la ecuación. Las empresas tienen múltiples opciones para ofrecer comida y bebida sin hacer uso del plástico, como por ejemplo: 

Las empresas de los sectores de la alimentación y restauración que dan servicio al público en general, tienen la oportunidad de reducir residuos plásticos a gran escala. La implementación de las medidas necesarias puede requerir fuerza de voluntad al principio, así como un gran coste, pero el retorno representará un gran ahorro en la producción, proporcionará una mejor reputación y sobre todo dejará un planeta más limpio.

Sidrah es una experta en la creación de contenido para Waterlogic, empresa suministradora de dispensadores de agua para empresas y oficinas a nivel global. Waterlogic contribuye a que las empresas cumplan con la normativa en el acceso a agua potable filtrada y refrescante.