Resumen encuesta LIR: ¿Cumplirá España los nuevos objetivos en materia de residuos?
A partir de la voluntad y cooperación del sector, que a través de la cumplimentación de la encuesta realizada por LIR han mostrado sus puntos de vista sobre la pregunta que motiva este pequeño estudio, hemos analizado las respuestas vertidas para ofrecer una síntesis que se muestra a continuación. Una vez más, agradecemos a nuestros colaboradores sus aportaciones.
En primer lugar, recordamos el horizonte que tenemos delante, al que deberemos acceder desde la realidad conocida que en estos momentos vivimos en materia de residuos.
OBJETIVOS:
- Residuos municipales: 55% de reciclaje para 2025, 60% para 2030 y 65% para 2035.
- Envases: 65% de reciclaje para 2025 y 70% para 2030.
- Vertido: a partir de 2030, no se aceptarán los residuos adecuados para su reciclado u otra recuperación (en particular en los residuos municipales). A partir de 2035, sólo se admitirá el vertido del 10% de todos los residuos municipales generados.
- Textiles y residuos peligrosos del hogar: recogida separada antes del 1 de enero de 2025.
- Biorresiduos: recogida separada (o reciclado en la fuente) para el 31 de diciembre de 2023.
- Desperdicio alimentario: reducción de un 50% en 2030.
También recordamos las preguntas que lanzábamos para valorar la influencia de ciertas cuestiones en el compromiso de cumplimiento de los anteriores objetivos. Su organización se realizó según una estructura DAFO, secuenciando las preguntas conforme a cuatro bloques de diez preguntas cada uno, según se desglosa a continuación. La finalidad era manifestar la mayor o menor conformidad con la afirmación que se definía para cada caso, y en una escala del 1 al 10.
DEBILIDADES:
- Las campañas de concienciación no son efectivas y debería reorientarse su planteamiento y dinámica.
- Las ratios que actualmente registra España, estancados en los últimos años, provienen de un mal planteamiento ejecutivo por parte del Gobierno (plan estatal).
- Las CCAA no asumen su papel para la contribución de los objetivos generales. Serían los responsables subsidiarios de las políticas estatales.
- Los ciudadanos no asumen la necesidad ni la presión necesarias para responder adecuadamente. Sus ayuntamientos no ejercen el papel ejecutivo que deberían.
- La fiscalidad aplicada a los usuarios por parte de los ayuntamientos en muy pocos casos es ajustada y entendida.
- A pesar del Plan Estatal de Prevención de Residuos, no se observan grandes avances en cuanto a la reducción de residuos ni al freno al desperdicio alimentario.
- Las inversiones e incentivos a la escala local son muy reducidos, lo cual reduce las oportunidades de mejora.
- Las plantas de tratamiento y sus procesos no son eficientes para la recuperación/valorización de determinados flujos de residuos.
- El PEC no incluye planes para extender la RAP a fracciones adicionales de residuos.
- La ralentización de la Administración dificulta las dinámicas de decisión y ejecución de proyectos (por ejemplo, con la figura de los subproductos o los bioestabilizados).
AMENAZAS:
- El papel de las empresas y consorcios de residuos es pasivo y no se promueven iniciativas a futuro para optimizar procesos.
- El monopolio y presión de los SCRAP de residuos de envases imposibilita la creación de nuevas fórmulas de gestión que compitan con la actual (multiplicidad de SCRAP o SDDR).
- Las políticas de información en materia ambiental y de gestión de residuos actuales suponen una desincentivación hacia las prácticas de los usuarios.
- A pesar de que existen territorios que han sido pioneros, vamos con mucho retraso en cuanto a la recuperación de la fracción orgánica, lo que será un lastre a medio plazo.
- El método de cálculo utilizado por España para derivar a Eurostat la situación de sus residuos no es el correcto y no deberá mantenerlo en el futuro.
- Las administraciones necesitan una mayor tutela para ejecutar sus compromisos.
- Falta regulación.
- España parece no observar las advertencias de la UE y no se siente influenciado por las potenciales medidas fiscales que se ejercerán contra los EM que no cumplan.
- La falta de armonización en cuanto al régimen de traslado de residuos impide una coordinación administrativa eficiente.
- El fraude y el tráfico ilegal de residuos lastran una situación carente de vigilancia por parte de las administraciones.
FORTALEZAS:
- La existencia de SCRAP consolidados facilita el conocimiento del mercado y de los hábitos de los usuarios para focalizar acciones concretas.
- La confección de la Estrategia Española de Economía Circular contribuirá a desarrollar y alcanzar los objetivos.
- España cuenta con competencias delegadas a las CCAA, de manera que cada territorio autorregula sus propias exigencias, de acuerdo a sus casuísticas.
- El sector de los residuos está capitalizado por grandes corporaciones con recursos y equipos de valor añadido.
- Existe una amplia red de plantas de tratamiento con capacidad y potencial suficiente.
- Anualmente se destinan importantes sumas en campañas de información hacia la ciudadanía.
- El empleo en el sector de la gestión de residuos creció un 16% el año pasado en España y seguirá desarrollándose a la par que las medidas para alcanzar los objetivos europeos.
- La ciudadanía reclama datos e información veraz, objetiva y trazable.Se está desarrollando el conocimiento necesario para trabajar en el ecodiseño de productos más sostenibles.
- La colaboración público-privada resulta muy interesante para abordar (y financiar) determinados proyectos de interés.
OPORTUNIDADES:
- La implantación de modelos SDDR en determinados territorios tendría buena acogida y facilitaría el acceso a mayores tasas de recuperación de envases.
- España podrá trasponer y mejorar las recientes directivas sobre residuos, adaptándolas a sus características y necesidades.
- La adopción de la GRAP supondría una simplificación y mejora en la gestión a asumir por parte de los productores.
- Parece claro que se abre un escenario favorable para la creación de empleo si se observan las recomendaciones europeas.
- Podría establecerse una red de transferencia nacional para garantizar y compensar el tratamiento de residuos.
- Una fiscalidad armonizada y justa es urgente. Al margen de retorno económico, supondría un cambio en los modelos de gestión e incrementaría a su vez las ratios.
- La regularización de la recogida selectiva de textil es la única vía para alcanzar las metas de recuperación y aprovechamiento posterior.
- Es necesario multiplicar la creación de SCRAP para flujos de residuos hoy no contemplados, o atender a la GRAP.
- Necesidad de medidas financieras y organizativas suficientes.
- España debería regular la producción de bienes y productos desde la óptica de la economía circular (por ejemplo, fomentando el ecodiseño y eliminando la obsolescencia programada).
RESULTADOS OBTENIDOS
La explotación estadística realizada sobre las respuestas recibidas, alcanzando un universo muestral de 58 personas provenientes de las administraciones públicas, empresas privadas, tercer sector, SCRAP y consultores ambientales, todas ellas vinculadas al sector de los residuos y recursos, se sintetiza a continuación.
Bloque 1: DEBILIDADES
Para este bloque de cuestiones, el promedio de valoración de las respuestas fue de 6,9. Es decir, se mostró una conformidad notable a las afirmaciones que se trasladaron, con una desviación de 2,3. Propuestas como cuestiones que evidenciarían determinadas carencias en la gestión actual de los residuos, el mayor consenso se alcanzó con las preguntas relativas a la falta de una fiscalidad aplicada a nivel municipal, así como en cuanto a que la Administración dificulta las dinámicas de decisión y ejecución de proyectos.
Por su parte, las mayores discrepancias con el planteamiento propuesto argumentarían que ratios de reciclaje actuales no provendrían de un mal planteamiento ejecutivo del Gobierno, descartando también que las plantas de tratamiento y sus procesos no son eficientes.
Bloque 2: AMENAZAS
Para este bloque de cuestiones, el promedio de valoración alcanzó un 6,6 con una desviación de 2,5. En este caso, la propuesta de cuestiones se orientó a identificar los riesgos y amenazas que podrían emerger o se podrían estar produciendo, comprometiendo una dinámica óptima en el escenario actual de gestión. Este bloque es el que presenta una mayor dispersión de resultados y una desviación relativa mayor.
Por un lado, se comparte unánimemente que España va con mucho retraso en la recuperación de la fracción orgánica, representando un lastre a medio plazo, así como también se demanda una aplicación efectiva de la normativa sobre residuos.
Por otro lado, se muestra disconformidad con que las empresas y consorcios de residuos sean pasivas en la proposición de iniciativas de mejora, así como también con que las políticas de información y de gestión de residuos actuales suponen una desincentivación hacia los usuarios. Destaca también que la cuestión que arroja una mayor controversia y polarización de la respuesta es la relacionada con que el monopolio y presión de los SCRAP de residuos de envases imposibilita la creación de nuevas fórmulas de gestión que compitan con la actual.
BLOQUE 3: FORTALEZAS
En este bloque, el promedio de valoración alcanzado fue de 6,9, con una desviación del 2,1. Junto con el bloque 4, es el que muestra una mayor homogeneidad en las respuestas recibidas. Para este caso, las cuestiones planteadas trataron de poner en valor determinados aspectos vinculados a la gestión actual de los residuos, al objeto de que los participantes pudiesen mostrar su acuerdo con los mismos.
Así, los aspectos valorados positivamente fueron los relativos a la potencial colaboración pública-privada para abordar determinados proyectos, así como en cuanto a la perspectiva de que el empleo en el sector de los residuos seguirá desarrollándose a la par que las medidas para alcanzar los objetivos europeos.
Por otra parte, ninguna de las preguntas fue valorada con menos de 6 puntos, y donde las cuestiones menos consensuadas serían las relativas a la capitalización de recursos y equipos de grandes corporaciones, así como, por ejemplo, el hecho de que se estén destinando importantes sumas a campañas de información (es decir, se entiende que esta inversión debería ser mayor). Tampoco se comparte en exceso que exista una red de plantas de tratamiento con capacidad y potencial suficiente, o el hecho de que la Estrategia Española de Economía Circular vaya a contribuir a desarrollar y alcanzar los objetivos sobre residuos.
BLOQUE 4: OPORTUNIDADES
Para este bloque, el promedio de valoración de las respuestas alcanzó el valor más alto de todos los bloques, correspondiéndose con un 7,3 y la más baja desviación (junto al bloque 3), con un 2,1. La orientación de las preguntas para este caso trató de ofrecer determinadas alternativas o posibilidades para mejorar la gestión actual y converger hacia los objetivos pretendidos. Subrayar que, a pesar del promedio y la desviación registradas, se obtuvieron aquí las valoraciones individuales más bajas y más altas de la totalidad de los bloques.
En cuanto a las valoraciones positivas, se evidenció un grado de acuerdo máximo en cuanto a que España debería regular la producción de bienes y productos desde la óptica de la economía circular, así como que es necesario fomentar medidas financieras y organizativas suficientes o que estamos ante un escenario favorable para la creación de empleo de acuerdo a las recomendaciones comunitarias.
En el otro extremo, hay un mayor desacuerdo y una dispersión en la respuesta en cuanto a que los SDDR tendrían buena acogida y facilitarían mayores tasas de recuperación de envases en determinados territorios. Otra cuestión que no fue significativamente compartida se refería a la necesidad de una red de transferencia nacional para compensar el tratamiento de residuos.
RESUMEN
Si bien el universo muestral ha sido reducido, sí se puede considerar representativo de la opinión general sector en cuanto a la temática tratada, ya que han participado agentes de diversos colectivos e instituciones del país. Son voces autorizadas que han mostrado su opinión, si bien en un formato que ha tratado de focalizar determinados aspectos predeterminados, sin opción a debate o argumentación, ya que ello daría pie a interpretaciones e interferencias que se alejarían del objetivo de esta encuesta: definir si seremos capaces de cumplir los objetivos marcados en gestión de residuos. Las conclusiones que se pueden obtener son diversas, pero podría decirse que la percepción del sector, a tenor de las respuestas emitidas, no es excesivamente positiva en ese sentido.
Así, de las 40 cuestiones planteadas, en prácticamente la mitad de los casos la orientación de las respuestas bascularía hacia la duda en cuanto al cumplimiento de objetivos, siendo especialmente relevantes las asignadas al bloque 1, compartiendo las debilidades que se manifiestan en las preguntas.
Concluir que, si bien la encuesta podría haber determinado otra metodología o procedimiento, consideramos que los resultados son reveladores y manifiestan una percepción que debería elevarse, lo cual era la meta de este ejercicio.
Los resultados completos de la encuesta están disponibles en este enlace.