Recientemente, el ministro de Recursos Naturales y Ecología de Rusia, Dmitri Kobilkin, comunicó que la basura de la región de Arjánguelsk (al noroeste del país) se podría exportar a la Unión Europea. El funcionario indicó que todavía el proyecto no cuenta con la aprobación de su ministerio y actualmente se está debatiendo con especialistas y expertos.

“Si esto se convierte en una excelente experiencia y de Arjánguelsk podemos exportar basura a Suecia y a otros países de Europa, será una historia preciosa. ¿Así que, por qué no? Si se hace en la mejor planta y podemos causar el mínimo daño posible al medio ambiente, ¿por qué no?”, comentó. Si finalmente Rusia acaba exportando basura a Suecia, los residuos que lleguen a la planta se convertirán en briquetas o bloques de polietileno y se transportarán al país nórdico por carretera.

Ya casi no hay lugar limpio en el planeta. El último estudio de Naciones Unidas Medio Ambiente enseñó que hay basura incluso en los casquetes polares, los océanos profundos y las montañas más altas. En los últimos años se constató una intensificación progresiva de generación de residuos sólidos urbanos.

Según una encuesta del Centro VCIOM del año pasado, la contaminación del aire y la basura son para la mayoría de los rusos los principales problemas ecológicos hoy en día. Los políticos intentan resolver el problema de contaminación del país.