La cogeneración es un concepto bastante extendido y con larga tradición en los países del norte del continente. Para explicarlo con palabras sencillas, se trata de un sistema que permite producir electricidad y agua caliente a la vez.

De hecho, el agua caliente se consigue gracias a la energía residual generada durante la producción eléctrica. Y esa agua caliente, a través de un circuito urbano, llega a los hogares con el objetivo de proporcionar el mismo servicio que ofrece una caldera de gasoil. Andorra ha introducido el concepto de cogeneración en su vocabulario gracias a la planta que Forces Elèctriques d’Andorra (FEDA), la empresa nacional que se encarga del suministro eléctrico del país, ha construido en el pueblo de Soldeu.

Una central que ha tenido un coste de 12 millones de euros, ha tardado tres años en construirse y estará operativa antes del inicio de la temporada de esquí. Pero, ¿por qué Andorra apuesta por la cogeneración? Hay varios puntos a favor de este sistema, resaltados en varias ocasiones por el director general de FEDA, Albert Moles.

La cogeneración mejora la eficiencia en términos de aprovechamiento de energía, reduce las emisiones de dióxido de carbono en comparación con las calderas de gasoil, y al mismo tiempo permite incrementar la producción propia. Andorra es un país que depende en gran medida del suministro que le proporcionan sus países vecinos, Francia y España, y ya lleva años trabajando para reducir esa dependencia, también pensando en términos económicos.

Cada vez que se le pregunta por los objetivos de producción nacional, Moles lo tiene claro, y así se recoge también en el Libro Blanco de la Energía, documento impulsado por el Gobierno y publicado en 2012: se quiere pasar de un porcentaje actual de entre el 15 y el 20%, a un mínimo de un 30%. Y aquí es donde aparece la cogeneración, de la mano también de proyectos futuros relacionados con las energías renovables.

COGENERACIÓN VS. GASOIL

“El proyecto es una alternativa al sistema de calderas y depósitos de gasoil”, expone Vicenç Jorge, director de Operaciones de FEDA. La mayoría de hogares andorranos se calientan mediante este combustible, y ahora se lucha para cambiar esa tendencia, también para conseguir diversificar las fuentes de energía. Sin embargo, el concepto de gasoil y cogeneración, en términos de funcionamiento, es similar. Los dos calientan gracias a una caldera.

La diferencia recae en que, en el caso del gasoil, hallamos la caldera en cada hogar, mientras que en el caso de la cogeneración todos los hogares se suministran de una caldera centralizada. De una caldera para todos. Esa caldera centralizada es la que hallamos en la planta de Soldeu. La energía primaria para hacerla funcionar es el gas natural licuado, y de hecho será la primera vez que esta fuente de energía, menos contaminante que el gasoil, se utiliza en el Principado. Pero no es la única opción de combustible primario posible.

De hecho, tal como explica Jorge, FEDA trabaja en un segundo proyecto de cogeneración, en este caso en Andorra la Vella, que aprovechará el calor residual que genera el Centre de Tratamiento de Residuos situado en la Comella. Es decir, el combustible primario para generar la electricidad y el agua caliente serán los residuos sólidos urbanos incinerados. Volviendo a Soldeu, por sus características (crece mucho durante el invierno, con gran concentración hotelera y con demandas térmicas importantes), se consideró que era el escenario más adecuado para impulsar un proyecto de esa índole.

En un estadio inicial, la cogeneración llegará a una quincena de clientes del pueblo y sus alrededores, explica Jorge, aunque el objetivo es ir ampliando su área de influencia. Un vez concluido este primer proyecto, y encarado el de Andorra la Vella, FEDA Ecoterm (la marca que engloba la cogeneración) ya pone su horizonte en nuevos emplazamientos por el país. “Las cogeneraciones son posibles en cualquier lugar”, pero hay que analizar la viabilidad económica de cada propuesta, puntualiza Jorge.