Un hospital de Costa Rica, pionero en reciclar ropa quirúrgica
El centro médico dejó atrás el proceso habitual para deshacerse de la ropa quirúrgica: en vez de que su destino sea un relleno sanitario, ahora termina en reciclaje y se transforma en contenedores, rótulos para parques nacionales y otros artículos. Desde finales del año pasado el centro médico privado inició la implementación de este tipo de reciclaje y con esto se convirtió en el primer hospital del país en realizar este proceso.
Para lograr con éxito la reutilización de la ropa quirúrgica se involucran varias áreas del hospital y es liderada por Enfermería. El primer paso del reciclaje es la clasificación del material en “limpio” y “contaminado”. Los materiales catalogados como “contaminados” son aquellos entraron en contacto con sangre, heces o secreciones nasales y por ello son colocados en una bolsa roja rotulada y se llevan a esterilizar. “Hemos tenido que orientar al personal de cirugía para que haga la selección de lo que es contaminado y que tiene que ir a un autoclave (recipiente que emplea vapor) para que sea desinfectado. Esto pensando en la salud de las personas que van a procesar el material en madera plástica”, explicó Ana Marcela Quesada, jefe de Infecciones Intrahospitalarias.
Una vez que concluye este proceso, la empresa Medicus se encarga del traslado de estos insumos entre el hospital y Producol, empresa que pone en marcha el uso del densificador, para el procesamiento de los materiales para su transformación final en madera plástica. Pero, ¿cómo es que la ropa quirúrgica termina convirtiéndose en plástico? Pues por sus componentes: polipropileno y polietileno de alta densidad. “Este hospital siempre ha destacado por pensar tanto en la salud como en tener el menor impacto en el medio ambiente. Se pensó que al usar tanto material descartable como la tela, se va degradando. Por esto, pensamos en materiales más agradables para el paciente con los que se evitan infecciones y a la vez cómo impactar menos el medio ambiente y se nos presentó la posibilidad de reciclar”, agregó Quesada.
Esta implementación es parte de los esfuerzos que emplea el centro de salud por incrementar el porcentaje de materiales que se ha logrado enviar a procesos de reciclaje. En 2017, logró enviar un 12% de los deshechos y residuos generados a procesos de reciclado. Ese porcentaje incluye además, materiales que los vecinos del centro médico han depositado en el Centro de Reciclaje Comunitario dispuesto en la Torre de Estacionamiento, con lo cual se ha incrementado la participación de la comunidad en este programa.
“Se estima que se pueden generar entre 300 y 500 kilos por mes, cantidad que aunque no es significativa se trata de una práctica que no es común, y es un esfuerzo dar un mejor uso a esos materiales. En cuanto a proyecciones, hay otros hospitales en la región que logran que el 25% de sus residuos vaya a reciclaje. Creemos que algún día podemos llegar a esa cifra”, explicó Andrés Alvarado, jefe de Gestión de Instalaciones y Ambiente. Este modelo de reciclaje de ropa quirúrgica se ha implementado en el Hospital Albert Einstein de Brasil.