Vertederos y habitabilidad. La difícil convivencia con los residuos

Un vertedero mantiene alerta a un grupo de vecinos de Galicia, cuyas viviendas se sitúan cerca del lugar. Los tecnosuelos son un producto derivado de residuos, sometido a tratamiento y madurado, que sirve para reciclar restos orgánicos y debe terminar semejándose en textura a la tierra vegetal para la restauración de la capa superficial de terrenos degradados como las canteras. Ante el "incumplimiento muy grave y reiterado de la normativa" en la planta de "supuestos tecnosuelos", la Sociedade Galega de Historia Natural ha reclamado a la consellería que precinte estas instalaciones; que abra un expediente sancionador "por el vertido no autorizado de residuos mezclados contaminantes en el medio natural"; que obligue a la empresa a "retirar la totalidad" del producto que incumpla la ley y que informe a la fiscalía de Medio Ambiente por si la actividad constituye delitos contra el entorno y "la salud de las personas".
El grupo ecologista, integrado por científicos y presidido por el edafólogo del CSIC Serafín González, revisa en su escrito 23 muestras de tecnosuelo recogidas en el lugar por el Ayuntamiento y la Xunta entre abril de 2016 y noviembre de 2017 y concluye que "un 70% sobrepasan entre 2 y 5 veces los valores máximos permitidos por la Instrucción Técnica de Residuos de Galicia (ITR) en cuestión de metales y metaloides. Estos incumplimientos se refieren al cadmio, el cobre, el níquel, el plomo y el zinc. Una de las analíticas también tuvo en cuenta el cromo hexavalente, un "peligroso contaminante" recuerda el escrito, y reveló niveles "tres veces superiores a lo admisible".
Además, los "supuestos tecnosuelos incumplen en un 45% de las muestras los parámetros establecidos para nitratos, y en dos de las tres muestras recogidas en octubre "se detectaron niveles de nitratos en lixiviados que exceden 43 veces los límites permitidos". Esta cantidad de nitratos, explica Serafin González, supone una "sobredosis tóxica" que impide la regeneración vegetal. Su grupo considera que Medio Ambiente debería efectuar tests de toxicidad para las plantas y las lombrices de tierra que de momento no se han llevado a cabo, y recuerda que a la misma distancia que las casas existen tambien terrenos agrícolas de los vecinos. Entre otros "incumplimientos", la Sociedade de Historia Natural cita los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos, supuestos cancerígenos, superiores "entre 4 y 10 veces a los valores permitidos" en "el 73%" de las muestras.
Desde la empresa se insiste en que el cúmulo de basura que rellena el cráter "cumple con todos los parámetros al más alto nivel que exige la normativa europea" y que el vaso está a punto de llenarse. Es decir, "le queda una vida útil de entre dos y tres años, probablemente menos". La empresa afirma que su trabajo está "bien hecho", se declara "ecologista" y afirma que "si tuviera duda" de que está haciendo "una actividad contaminante, no la haría". Reconoce que el suyo es un sector "molesto" y "maloliente" porque trabaja "con basura", "residuos que la sociedad genera y hay que depurar", pero que "nadie quiere al lado". Admite que se trata de "una zona rural a la que le supone un incordio el tráfico diario de 40 camiones entrando y saliendo y produciendo olores". Pero defiende que siempre han tratado de "minimizar los efectos" con medidas de seguridad que "incluso van más allá de la normativa" porque higienizan los vehículos "antes de salir de la planta", los obligan a ir "con toldo" y someten los lodos de depuradora a "cal viva y cenizas de biomasa" para que no huelan. En su opinión, la "Instrucción Técnica de Residuos de Galicia se ha hecho de forma muy restrictiva", un "debate técnico" que debería reabrirse porque considera que no es posible que los parámetros que valen para fertilizar un terreno agrícola no sirvan para restaurar una cantera a cielo abierto. El impacto social y ambiental de los vertederos es un debate abierto que nunca consigue contentar a todos.