El primer ministro español José Luis Rodríguez Zapatero, dijo en una mesa redonda sobre energías renovables y sostenibilidad en la reunión del G-20 en Seúl que las industrias ecológicamente sostenibles del país jugarán un importante papel a la hora de aliviar el creciente desempleo, cercano al 20% de la población activa.

España duplicará sus objetivos de energías renovables en marzo y Zapatero comentó que esta medida junto con un crecimiento en el transporte verde, podría ayudar a crear más de un millón de empleos en una nación que actualmente cuenta con más de cuatro millones de parados.

A pesar de su tambaleante economía, España sigue siendo una de las potencias europeas en cuanto a energía solar y eólica, con ambiciosos objetivos en el entorno del transporte sostenible por medio de la expansión del tren de alta velocidad y el coche eléctrico. "La economía verde representa un gran potencial para generar empleo en el futuro y también para ayudar a los avances tecnológicos y las industrias más competitivas", añadió Zapatero, más tarde en una entrevista con la cadena de televisión española RTVE.

Grupos ecologistas españoles han criticado las palabras del presidente Zapatero. Alejandro Sánchez, director ejecutivo de SEO/Birdlife, dijo que “No se puede creer mucho lo que diga el presidente del Gobierno porque se dedica a recortar los presupuestos que, precisamente podrían ir destinados a la potenciación de esos empleos verde". Sánchez concluyó que las palabras del presidente no son más que "marketing político en foros internacionales" criticando duramente la hipocresía del gobierno en ese planteamiento: “Siempre pasa igual, Zapatero en los grandes foros es muy verde pero en casa hace todo lo contrario, es, por desgracia, el pan nuestro de cada día”.

Por su parte, el ex director de Greenpeace España y actual director del Proyecto Equo, Juan López de Uralde, lamentó “el abismo entre sus palabras y su acción de gobierno, que no tiene nada que ver con el impulso a los empleos verdes”.