13º Día de Acción Global contra la Incineración de Residuos y por las Alternativas de Basura Cero
El pasado día 8 de noviembre se celebró en todo el mundo el "13 º Día de Acción Global contra la Incineración de Residuos y por las Alternativas de Basura Cero".
En Asturias existe el proyecto de construcción de una incineradora con una capacidad de 340.000 toneladas de residuos urbanos en Serín-Gijón, (se generan 490.000 toneladas de residuos urbanos), con lo que se pretende quemar entre esta y la cementera más del 85% de los residuos urbanos generados por la población.
En la cementera de Aboño-Carreño ahora se queman 20.000 toneladas al año (neumáticos, residuos de fragmentación coche, restos industriales), y se quiere ampliar de acuerdo al Proyecto del Plan de Residuos hasta 85.000 toneladas al año.
En Asturias ya se queman 3.000 toneladas al año de residuos sanitarios en Cogersa, una de las pocas comunidades que realiza esta práctica, cuando el resto utiliza la autoclave y la esterilización como opción de tratamiento, métodos más inocuos para el entorno.
La incineración de residuos contamina las personas y el medio ambiente. Los residuos se queman en incineradores convencionales, en incineradores de dos etapas, como la gasificación, y mezclados con otros combustibles fósiles que se queman en hornos de cemento y centrales eléctricos. Mercurio, dioxinas, plomo y otras sustancias tóxicas provienen de la quema de residuos.
La energía de los incineradores es no renovable: papel, plástico y metales provienen de recursos naturales finitos, como los bosques que están siendo ya muy agotados. Plásticos y neumáticos son también combustibles fósiles. La quema de estos recursos genera una demanda de más "residuos" y desalienta las soluciones reales: la conservación, empaque rediseñado y productos, la reutilización, el reciclaje y el compostaje. Aquí todo se lleva al vertedero, bloqueando otros métodos alternativos de tratamiento, como son el retorno de los envases, la biometanización de la fracción orgánica, la reutilización de los envases de vidrio, etc.
Debido al bajo poder calorífico de los residuos, las incineradoras sólo son capaces de fabricar pequeñas cantidades de energía, a costa de la destrucción de grandes cantidades de materiales reutilizables. La incineración de residuos alimenta el círculo vicioso causante del cambio climático: la extracción de nuevos recursos de la tierra, su procesamiento en las fábricas, transportarlos por todo el mundo, para luego perderlos en incineradores y rellenos sanitarios. Por el contrario, las prácticas de basura cero como el reciclaje y el compostaje pueden conservar de tres a cinco veces la cantidad de energía producida por la incineración de residuos. Hay que recordar que tenemos una de las tasas mas bajas de reciclaje de España.
Basura Cero crea puestos de trabajo, ahorra dinero y es una estrategia esencial para combatir el cambio climático. Según el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC sobre el cambio climático "la minimización de residuos, el reciclaje y la reutilización representan un potencial importante y cada vez mayor para la reducción indirecta de las emisiones de gases de efecto invernadero a través de la conservación o de materias primas, la energía y mejorar la eficiencia de los recursos y la reducción de los combustibles fósiles."
Basura Cero es una meta alcanzable que se está aplicando con éxito en ciudades de todo el mundo, en contraste con la idea primitiva de la quema de los residuos, que aquí se quiere imponer en contra de la lógica sanitaria, económica y legal.
Vía: ECOticias; Coordinadora Ecoloxista d’Asturies,
Gustavo Rivas Valderrama (cc)
Gestores de Residuos en Asturias (Principado de)