4 iniciativas contra la chatarra electrónica en LATAM
Según la organización Eco House, en el mundo cada año se descartan alrededor de 50 millones de toneladas de desechos electrónicos. Entre los países más afectados por la basura electrónica que reciben más de la que emiten son: Etiopía, Ghana, India, Singapur y Malasia. La OIT revela que los países que más RAEES generan son Brasil (35%), México (20%), Colombia (8%) y Argentina (7%).
Siguiendo con nuestro análisis sobre la situación de los RAEE en América Latina, desde Gestores de Residuos presentamos 4 casos de iniciativas de reciclaje en la región: Argentina, Chile, Colombia y Ecuador.
1. Argentina
En la Ciudad de Buenos Aires, existe un lugar donde los residuos electrónicos se vuelven arte. Nada se desecha. Se trata del Esquinazo Recicla, una asociación civil que recicla residuos electrónicos. Reciben desde un auricular hasta una heladera. Y lo más maravilloso es que las placas de los televisores LED o de las CPU pueden terminar siendo desde una Mona Lisa a un Darth Vader.
“Nosotros llevamos adelante una cadena de favores. De los equipos que recuperamos. Por ejemplo, donamos computadoras recuperadas a espacios sociales”, cuenta a América Futura, Mariano Moreyra, fundador del Esquinazo Recicla.
Otros lugares para acercar RAEES en Buenos Aires son los Puntos Verdes CABA, la empresa Qué Reciclo, Gea Sustentable Fundación, San Isidro o el Programa Conecteando en Ituzaingó, donde se arreglan computadoras usadas para ser donadas a familias con integrantes con TEA.
2. Colombia
Colombia, según la organización Manos Verdes, produce al año 130.000 toneladas de basura electrónica. “Es el cuarto país con mayor producción del continente, pero el primero en gestión, disposición y reciclaje. Esto es gracias a que, desde 2013, rige la Ley 1672 de Gestión de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos. Esta insta a las empresas que comercializan estos aparatos a gestionar su reciclaje y brindar al consumidor espacios para su recolección”.
Es uno de los pocos países de la región con una Política Nacional para la gestión integral de estos residuos que define la hoja de ruta hasta el año 2032. Si bien cada país delinea sus políticas públicas, en general se basan en algunos tratados internacionales y convenios, como el Protocolo de Montreal, el Convenio de Basilea y el de Estocolmo, y el Convenio de Minamata.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, apoyado por el Fondo Mundial del Medio Ambiente, implementó en Colombia el proyecto llamado Reducción de las liberaciones de los COP no intencionales y mercurio provenientes de la gestión de residuos hospitalarios, RAEE, procesamiento de chatarra metálica y quemas de biomasa en el año 2017. Al día de hoy, las iniciativas que funcionan en el país son RAEE Colombia SAS y Ekosolv.
3. Chile
La nación trasandina es otro de los países que cuenta con una legislación que enmarca los RAEES. Se trata de la Ley 20.920 de Responsabilidad Extendida del Productor (REP). Existen algunas iniciativas privadas como Recycla, que recicla electrónicos. Y Fundación Chile que lanzó la campaña Renchúfate, que trabaja con la comunidad escolar y municipios, entregando información para la correcta disposición de estos aparatos.
Por su parte, la empresa Samsung lanzó la campaña Recicla y Ahorra, para para retirar y recuperar todo tipo de electrodomésticos en Chile. Según la empresa, “cada electrodoméstico irá a Degraf, una empresa en la que se separarán sus componentes según su composición: plásticos, metales o vidrio”.
4. Ecuador
En Ecuador, existe Vertmonde, una iniciativa que busca un “Ecuador libre de residuos electrónicos con reciclaje técnico de e-waste y electrónica circular”.
Se estima que esta clase de residuos son los que más van a aumentar en el futuro debido al avance tecnológico. Por eso, cada vez que dejemos de usar un smartphone, una computadora o hasta una nevera, lo que vale oro es conocer su correcta disposición para así fomentar la economía circular y un futuro mejor para nuestro planeta.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de El País. Lee el original aquí]