Amigos de la Tierra tras la Semana Europea de Reducción de Residuos
Al concluir la Semana Europea de Reducción de Residuos, Amigos de la Tierra denuncia una vez más el poco o nulo interés por la reducción por parte de los poderes públicos y advierte sobre la necesidad de revertir el modelo económico actual basado en el consumismo, que derrocha recursos naturales escasos en vertederos e incineradoras.
La humanidad producirá entre 1990 y 2023 tantos residuos como los que se generaron desde el principio de los tiempos hasta el año 1990. Éste es el resultado de una escalada exponencial en la producción de residuos alimentada por un modelo de consumo incapaz de asumir la dimensión finita del planeta. La realidad demuestra que la producción de residuos crece al mismo tiempo que el producto interior bruto, y que un modelo productivo basado en el crecimiento económico sin límites irremediablemente lleva a desperdiciar, en forma de residuos, recursos naturales escasos. En España sólo la crisis económica ha conseguido detener la producción de residuos en continuo crecimiento anual desde hace décadas, reafirmando el hecho de que la raíz del problema reside en la apuesta por un modelo de crecimiento económico fundado sobre el consumismo. La “incultura” del usar y tirar, el sobre embalaje o la reducción de la vida útil de los bienes son sólo unos ejemplos de un modelo de producción y consumo totalmente erróneo e inasumible en términos de sostenibilidad y de equidad.
En lo que se refiere a la sostenibilidad, este modelo se sustenta en la extracción de recursos naturales que ha pasado de 40 mil millones de toneladas extraídas por la economía mundial en 1980 a más de 60 mil millones en 2010, contabilizando combustibles fósiles, metales, minerales y biomasa. De continuar con la misma tendencia, la cifra alcanzaría 100 mil millones en 2030.
Esta explotación desmesurada es incompatible con la capacidad limitada de los ecosistemas globales para proporcionar recursos naturales y absorber residuos y emisiones. De hecho a fecha de hoy ya sobrepasamos esta capacidad en un 30%. A esto se añade una gestión inadecuada de los residuos producidos, como sucede en España al desperdiciar más de la mitad de los residuos urbanos en vertederos e incineradoras.
Las tímidas propuestas de reducción en España han fracasado por falta de ambición. En parte, debido al poco interés dedicado a la reducción y a una mejor gestión de los residuos por parte de legisladores y administraciones públicas. Se prevé que España seguirá la misma tendencia, un resultado que echa por tierra los objetivos de prevención que pretendían reducir la producción de residuos urbanos per cápita a los niveles de 1996, es decir 1,06 Kg/hab./día.
De estos datos extraemos al menos dos conclusiones:
- Las políticas públicas de prevención en la producción de residuos de los últimos 15 años no solo no han funcionado, sino que nunca hubo una intención real de acabar con un problema que supondría atacar el pilar fundamental del modelo de producción: el consumo.
- Reducir la producción de residuos combinada con mecanismos de gestión en origen y reciclado constituyen la única alternativa para afrontar el crecimiento en la producción de residuos.
En este contexto, una buena política de residuos es fundamental para cambiar estas tendencias. España está transponiendo la nueva Directiva Marco de Residuos y es una oportunidad única, que no se puede desaprovechar. Para ello, es necesario que la nueva Ley de Residuos resultante de este proceso contemple: objetivos ambiciosos y reales de reducción de residuos año a año; la separación selectiva obligatoria de la materia orgánica en origen para ser gestionada a través de compostaje, la introducción progresiva obligatoria de sistemas de depósito, devolución y retorno para una reducción y reutilización eficaz de envases; la eliminación paulatina de la bolsas comerciales de un solo uso y prohibición de su distribución gratuita, y el abandono de las políticas de incineración, debido a que este sistema de gestión no aprovecha los recursos contenidos en los residuos y desincentiva las medidas de reducción, reutilización y reciclaje.
Para reflejar estos problemas, en el marco de la Semana Europea de Prevención de Residuos, Amigos de la Tierra ha realizado acciones de calle con el fin de atraer la atención de la ciudadanía. En Galicia la acción se ha centrado en la reducción de bolsas de un solo uso, proponiendo a la ciudadanía el cambio de la cultura de usar y tirar a la de la reducción y reutilización. En Baleares se han organizado mesas de debate en torno a los sistemas de Devolución, Depósito y Retorno, destinadas a los responsables políticos de Baleares, concursos de carteles de contrapublicidad, acciones de sensibilización en centros de enseñanza y diferentes acciones de calle. En Madrid, se han sustituido bolsas de plástico por bolsas de tela y al mismo tiempo la ciudadanía ha retirado residuos del planeta Tierra, Por último, en Sevilla se han celebrado mesas de experiencias y de debate y acciones de calle de reducción de residuos y educación ambiental.