Amigos de la Tierra y Obra Social Caja Madrid mejoran la gestión de los residuos de 10 establecimientos de la Comunidad de Madrid
Desde junio de 2010 a enero de 2011, diez locales comerciales de la Comunidad de Madrid, se han comprometido con la reducción de recursos, la reutilización de materiales que anteriormente desechaban y el reciclaje de residuos. Este proyecto, impulsado por Amigos de la Tierra, cuenta con el apoyo de Obra Social Caja Madrid, a través su convocatoria anual de ayudas a organizaciones medioambientales.
La campaña “La R es lo que cuenta” busca una gestión correcta de los residuos generados en los establecimientos y alcanzar una Reducción de los mismos, para que en el futuro cada uno de los comercios voluntarios pueda gestionar sus residuos de forma autónoma. Los locales han recibido unas pautas iniciales para adquirir unos hábitos que les permitiesen reducir, reutilizar y separar para que se reciclen sus desechos.
En este sentido, Amigos de la Tierra ha asesorado personalmente a cada uno de los comercios, ofreciéndoles propuestas aplicadas a sus negocios. Aunque la mayoría de los centros separaban un pequeño porcentaje de sus residuos, no lo hacían en su totalidad. Así, desde la asociación se les ha proporcionado contenedores etiquetados, y se les ha indicado donde pueden depositar sus desechos generados.
“La mayoría de los empleados de cara a este proyecto han reaccionado de forma favorable, apoyándola en todo momento, informando a los clientes sobre la misma, y mostrando su implicación colaborando con las medidas implantadas. Para ellos no ha supuesto más trabajo que es algo que desde Amigos de la Tierra valoramos enormemente”, explica Miriam Díaz, técnica del proyecto.
Una de las medidas de reducción con más éxito en los comercios ha sido la sustitución del envase de jabón líquido para los baños privados, por una pastilla. De este modo se reduce la cantidad de envases generados, a la vez que se ahorra, ya que la pastilla tiene una vida más larga. Además, algunos de los establecimientos se están planteando la posibilidad de adquirir los materiales que necesitarán a largo plazo en un único pedido, y ahorrar en costes, en vez de realizar pedidos a corto plazo que multiplican la cantidad de envases y los costes económicos.
Otra de las propuestas para mejorar la reducción ha sido proveer con una cantidad simbólica de bolsas de tela a los establecimientos. “La alternativa de las bolsas de tela, ha sido muy interesante, los clientes la han recibido con mucha gratitud y se han comprometido a usar las bolsas”, comenta Susana de COPADE, uno de los establecimientos voluntarios.
El proyecto concluye este mes de enero con un Manual de Buenas Prácticas en el que se resumen las fases de la campaña, se recopilan las medidas sugeridas para cada uno de los locales y las que han puesto en marcha, así como los resultados referentes a gestión, cantidades, reacción de clientes, empleados, etc.