Análisis técnico: La necesidad de implementar medidas más efectivas para luchar contra el desperdicio de alimentos

En 2022, se generaron aproximadamente 132 kilogramos de desperdicio alimentario por persona en la Unión Europea, lo que equivale a algo más de 59 millones de toneladas de desperdicio alimentario, y el impacto ambiental y económico es elevado, según el informe de la AEMA « Prevenir el desperdicio en Europa : avances y desafíos, con especial atención al desperdicio de alimentos ». Esta evaluación ofrece el último análisis bianual de las acciones de prevención de residuos mediante datos y tendencias que la AEMA realiza en apoyo de la Directiva Marco sobre Residuos de la UE.
Se necesitan más medidas basadas en evidencia
Los Estados miembros de la UE han tomado medidas para prevenir el desperdicio de alimentos, invirtiendo en campañas de seguimiento, concienciación y educación. El uso de medidas regulatorias o de mercado, como subsidios e incentivos financieros, para prevenir el desperdicio de alimentos, sigue siendo limitado. Para acelerar el progreso, se necesita una mejor comprensión de la eficacia de las acciones de prevención y un mejor seguimiento de los avances, según el informe de la AEMA.
Prevención del desperdicio en Europa: avances y desafíos, con especial atención al desperdicio de alimentos
Para acelerar el progreso, la UE está cerca de adoptar dos objetivos vinculantes de reducción del desperdicio de alimentos que los Estados miembros de la UE deberán alcanzar en 2030. Estos incluyen una reducción del 10% del desperdicio de alimentos en el procesamiento y la fabricación y una reducción del 30% per cápita a nivel minorista y de consumo.
El informe también destaca que las estrategias de prevención de residuos deberían integrarse mejor en las políticas y medidas sobre el clima y la biodiversidad , argumentando que reducir el desperdicio de alimentos puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la tierra, el agua y los materiales utilizados en la producción de alimentos.
Los Estados miembros también deberían seguir las directrices de la denominada «jerarquía del uso de los alimentos», que hace hincapié en un uso y una reutilización más eficientes de los productos alimenticios. Por ejemplo, los excedentes de alimentos deberían donarse o transformarse en piensos para animales en lugar de reciclarse.
Impactos del desperdicio de alimentos
El desperdicio de alimentos sigue siendo obstinadamente alto y ha sido difícil de reducir o prevenir en toda la cadena del sistema alimentario, desde la producción hasta el procesamiento y la fabricación, pasando por la venta minorista, los servicios de alimentación y los hogares, lo que sugiere que es necesario intensificar las medidas de prevención, dice el informe.
El desperdicio de alimentos representa alrededor del 16 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del sistema alimentario de la UE. Según la Comisión Europea, las pérdidas económicas se estiman en 132 000 millones de euros anuales debido al desperdicio de alimentos. Desperdiciar alimentos implica que también se desperdician todos los recursos necesarios para su producción, como el suelo, el agua y la energía.
Además, significa que la carga ambiental de la producción de alimentos —como el alto uso de pesticidas químicos para garantizar una producción estable y eficiente— es aún más problemática, ya que estos impactos nocivos en el suelo, el agua y el aire ocurren sin que los alimentos se utilicen. Los alimentos no consumidos también amenazan innecesariamente la biodiversidad. La agricultura, impulsada por prácticas insostenibles de producción alimentaria, sigue siendo la principal causa de pérdida de biodiversidad, poniendo en peligro a miles de especies.
Otros hallazgos clave sobre el desperdicio total
- Entre 2010 y 2022, la cantidad total de residuos generados en la UE aumentó, pero considerablemente menos que la economía. Más concretamente, la cantidad de residuos generados, dividida por la producción económica de la UE, disminuyó un 13 %, y la mayor parte de esta reducción se produjo entre 2020 y 2022.
- Si bien la reducción de los residuos de combustión está estrechamente relacionada con la disminución del uso de combustibles fósiles, la disociación es más evidente en los sectores manufacturero y de servicios . En cambio, la generación de residuos en los sectores de residuos y agua continúa aumentando, independientemente de las tendencias económicas. Se requieren más análisis para comprender los factores específicos de cada sector que impulsan estas tendencias.
- Las mayores reducciones en la generación de residuos se han debido principalmente a factores como la pandemia de COVID-19 y las medidas de política climática, más que a acciones específicas destinadas a la prevención de residuos.
Fondo
La prevención de residuos es fundamental para la economía circular y desempeña un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Contribuye a reducir la extracción de recursos, la fabricación y el transporte, y disminuye las emisiones de carbono. Por ello, la prevención de residuos protege los ecosistemas naturales y mejora la autonomía estratégica de la UE y la seguridad del suministro de materiales.
La Directiva Marco de Residuos de la UE prioriza la prevención de residuos como la estrategia más eficaz para reducir el impacto ambiental y mejorar la eficiencia de los recursos. Obliga a los Estados miembros a implementar programas de prevención de residuos. Estos programas promueven el consumo sostenible, mejoran el diseño de los productos y reducen el uso de sustancias nocivas. Un objetivo clave es desvincular el crecimiento económico de la generación de residuos.
En virtud de la Directiva, la AEMA tiene el mandato de evaluar las políticas de prevención de residuos de la UE y de evaluar la aplicación de políticas y las tendencias de generación de residuos, así como los avances hacia la disociación de los residuos del crecimiento económico y el avance hacia una economía circular.