Aprobación de una Orden que introduce cambios en residuos considerados envases
A comienzos de octubre, se aprobó en España una Orden que introduce diversos cambios sobre aquellos residuos que pueden considerarse un envase y que por tanto hay que echar al contenedor amarillo.
Como llama la atención el ambientólogo Alberto Vizcaíno en su blog, "a partir de ahora una percha es un envase si se vende con una prenda de vestir, pero no si se distribuye por separado. Lo cierto es que esta norma va dirigida principalmente a los comerciantes que han puesto ese futuro residuo en el mercado. Desde ahora, los establecimientos que vendan ropa con percha tendrán que pagar su reciclaje (o dejar de incluirla en la compra), pero no así los fabricantes de perchas. La norma busca concretar mejor quién debe pagar para conseguir mayor seguridad jurídica y evitar reclamaciones de los vendedores".
Si esa percha es de un metal ferromagnético (que es atraído por imanes) probablemente se recuperará para darle otra vida con otra forma. Sin embargo, según distintas plantas de selección de residuos, si la percha es de plástico hoy en día será difícil que sea recuperada por las máquinas.
“La Ley no dice que cada envase debe pagar por su reciclaje, el concepto es solidario: el 100% de los envases deben pagar para que se recicle lo máximo que se pueda”, comenta Antonio Baró, director de Comunicación de Ecoembes, la empresa encargada de gestionar el contenedor amarillo en España.
A raíz de la nueva Orden surgen algunos interrogantes interesantes:
-¿En qué cubo de basura se tira un plato desechable?
Según la norma, los platos y vasos desechables se consideran envases si han sido diseñados y destinados a ser llenados en el punto de venta. Es decir, una cafetería que venda el café en un vaso de usar y tirar tiene que pagar por su reciclaje, pero no el fabricante que venda platos y vasos desechables por separado. Si el ciudadano echa los platos de usar y tirar al cubo amarillo es probable que se recicle, aunque sea un plástico de baja calidad para el reciclaje (por lo general el plástico resultante solo puede ser utilizado en aplicaciones muy limitadas, como mobiliario urbano, y el coste de reciclarlo es mayor que lo que se pagará por él). Está claro que lo desechable no suele ser la mejor opción.
-¿Se pueden reciclar los cubiertos de usar y tirar?
Los cubiertos desechables no se consideran un envase. Pero, además, si los tiramos al cubo amarillo será difícil que se reciclen por su tamaño.
-¿Se pueden reciclar las nuevas cápsulas de café?
La nueva norma confirma también la consideración de no-envase que se estaba dando ya a las cápsulas de café. Se interpreta que una cápsula para máquinas de bebidas (de café, cacao, leche…) es un envase si se queda vacía después de su uso, pero no si se elimina con el contenido en su interior.
-¿Existe algún tipo de penalización económica para aquellos que ponen en el mercado un envase que no se puede reciclar (o prima para los que cuesta menos reciclar)?
A pesar de los avances realizados en este campo, todavía se siguen lanzando al mercado nuevos envases que no se pueden reciclar (por su tamaño o por la mezcla de materiales). Como detalla Ecoembes, aquellos que pongan un envase en el mercado tienen que pagar por el punto verde con el que se financia el sistema de recogida y reciclaje de este tipo de productos. La tarifa depende exclusivamente del tipo de material y el peso. Si un mismo producto está compuesto de distintos materiales fácilmente separables, entonces se paga la parte correspondiente a cada uno de ellos. Y si se trata de una mezcla de materiales que no se pueden separar, entonces se paga por el conjunto la tarifa del más caro.
-¿Qué productos que no son envases merece la pena tirar al contenedor amarillo?
Hay mucha gente que asocia el cubo amarillo al plástico y tira allí cualquier residuo de este material. Sin embargo, hay muchos productos de plástico que no se pueden reciclar: por estar formado por mezclas de plásticos distintos o de otros materiales (como juguetes) o por ser perjudiciales para las máquinas de las plantas de separación (como las antiguas casetes de música o vídeo, cuyas cintas se enredan en las máquinas y crean muchos problemas). Al contrario, si el objetivo es reciclar lo máximo posible (más allá del pago del punto verde), la planta a la que lleguen los residuos del cubo amarillo seguramente no pondrá objeciones a que lleguen metales que no sean envases (pues por estos materiales sí se va a sacar rentabilidad). Siempre, claro, que no se trate de residuos peligrosos o demasiado voluminosos.
-¿Qué otros productos son considerados ahora envases?
Macetas destinadas a la venta y transporte de plantas (pero no a la permanencia de la planta durante toda su vida), los ejes porta CD vendidos junto a los CD (pero no si se venden por separado) o los envoltorios de plástico de las publicaciones enviadas por correo postal son algunos de los nuevos productos considerados también ahora envases. ¿Se reciclarán? Depende de su tamaño, del tipo de plástico, de cómo funcionen los equipos de separación... pero no son materiales especialmente aprovechables para el reciclaje.
elPaís
Antonio García (cc)