Arranca el 5º #wasteinprogress presentando casos de éxito de pago por generación
La 5ª edición del Fórum Internacional de Residuos #wasteinprogress, que tiene lugar en el Palau de Fires de Girona, ha empezado el martes 18 y se alargará hasta el 20 de abril. Con la implantación de nuevos modelos de recogida de residuos con identificador del generador como hilo conductor, la primera jornada ha puesto el foco sobre las oportunidades y los retos tecnológicos, contando con diferentes casos de éxito internacional a cargo de representantes de Midden-Waasland (Bélgica), Schleswig-Holstein (Alemania) y Treviso y Pisa (Italia). En el ámbito estatal y local, ha sido el turno de Manlleu, Girona, Tarragona y Usurbil (País Vasco). Recogida puerta a puerta, contenedores inteligentes o pago por generación son algunos de los conceptos que han tratado los diferentes ponentes. El certamen ha contado con medio millar de asistentes en su primer día.
La primera de las 13 ponencias internacionales del quinto #wasteinprogress ha ido a cargo de Sven Peeters, director general de MIWA, la empresa de residuos de la región belga de Midden-Waasland, que cuenta con diferentes municipios y cerca de 153.000 habitantes. En el año 2019 se implantó un sistema de recogida puerta a puerta con cubos identificados y las unidades familiares pagan por un importe que depende de la cantidad de residuos que se han recogido. “No solo estamos centrados en la tecnología, sino que también en concienciar a la población”, ha explicado Peeters, que ha destacado que “la gente está mejorando sus hábitos porque es capaz de reflexionar. Hemos impulsado una campaña de comunicación muy importante y nos hemos implicado al máximo en esta dirección”. Con un 95% de éxito desde su puesta en marcha, los contenedores (hay tres modelos, dependiendo de su capacidad) calculan el peso de los residuos y disponen de un chip con información de cada unidad familiar. “El coste de implementación ha sido elevado, porque hemos puesto miles de contenedores nuevos y hemos tenido que cambiar los camiones de recogida, pero somos conscientes que recuperaremos esta inversión porque el porcentaje de residuos se ha visto reducido y también estamos evitando la incineración”, ha añadido.
El Consiglio di Bacino Priula, en Italia, cuenta con 49 municipios y una población estimada de unos 550.000 habitantes en el norte del país. Su director, Paolo Contò, ha aportado la experiencia en el #wasteinprogress de una provincia basada en el vínculo existente entre reciclar y pagar un importe si no se hace, por lo que cada unidad familiar se responsabiliza de los residuos que genera. Desde hace poco más de dos décadas
funciona con éxito un sistema puerta a puerta con el que cada usuario dispone de un contenedor (en una casa unifamiliar o bloque de apartamentos) con un dispositivo electrónico que lo identifica. Esta tecnología ha permitido implantar un pago por generación que se basa en la aportación de las fracciones de resta y orgánica. “Los resultados que hemos obtenido son muy interesantes, porque solamente el 10 por ciento de la población no recicla y el 90 por ciento sí que lo hace. Premiamos esa gente que hace bien las cosas y, en cambio, penalizamos a la gente que no actúa correctamente. A partir de un control externo, pero también con el autocontrol de cada persona”, ha indicado. En esta región italiana “cada residente genera entre 40 y 42 kg de residuos al año, lo que es muy poco, e incluso podríamos reducirlo a la mitad con el paso del tiempo”. También es el primer lugar en el mundo en el que se inició el reciclaje de los pañales.
El capítulo de ponencias internacionales de esta primera jornada lo ha cerrado Dennis Kissel, CEO de la empresa AWSH (Abfallwirtschaft Südholstein GmbH) y representante de la región alemana Schleswig-Holstein, que tiene una población aproximada de 430.000 habitantes. Después de 30 años con un sistema de recogida puerta a puerta con contenedores de diferentes medidas con identificación que permiten controlar a cada usuario, el objetivo de reducir la cantidad de residuos producidos por cada unidad familiar se cumple, en parte, porque en Alemania existe una cultura del reciclaje muy arraigada desde hace tiempo. “La población de este país hace décadas que separa los residuos que genera. Cada casa disponía de sus propios contenedores. Por ejemplo, la orgánica se empezó a separar en 1994. Era antes que había un único contenedor. No es que haya bajado de manera drástica la tasa de residuos, porque las cifras no han cambiado en exceso, sino que se está optimizando la separación”. Como en otros casos, el usuario cada vez es más responsable y es consciente de que el control por lo que a residuos genera va en aumento.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de #wasteinprogress]