Desde hace unas semanas las calles de Pamplona y su Comarca se han convertido en una improvisada galería de Arte. En ella, 25 contenedores y 4 marquesinas de transporte urbano han servido de soporte para diferentes intervenciones artísticas que, además, ayudan a concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de la autoprotección a la hora de evitar enfermedades de transmisión sexual.

Estas peculiares obras de arte, realizadas por 60 artistas navarros, se encuentran repartidas por diferentes calles y despiertan la curiosidad y atención de todas las personas que se cruzan con ellas. Después de la sorpresa inicial, los viandantes pueden localizar en la embocadura del contenedor un código QR con el que se accede a una aplicación con información sobre prevención de VIH. En el siguiente mapa interactivo se puede consultar no sólo el punto exacto de cada contenedor de vidrio intervenido, sino también una breve descripción de lo que ha querido plasmar cada artista en su obra.

Esta propuesta artística, promovida por la asociación SARE*, organización no gubernamental dedicada a apoyar a personas afectadas  por  el  VIH/Sida, forma parte de la campaña Sal de dudas, en la que se ha unido arte, reciclaje y tecnología (en forma de una app que se puede descargar para Android e IOS) para recordar la importancia de la prevención ante el VIH y otras enfermedades sexuales.

La elección de los contenedores para la recogida de vidrio, que a pesar de las intervenciones artísticas no han perdido su utilidad original, tiene que ver con el logotipo de la campaña, un salero. Según nos cuentan los ideadores de la campaña, se han buscado elementos urbanos similares a los saleros para utilizarlos como medio para trasladar el mensaje. De esta forma y a través de diferentes técnicas pictóricas y/o integrando nuevos elementos, los contenedores hacen referencia, entre otras cuestiones, al empleo del espacio, la ciudad, el entorno doméstico, la vida cotidiana, las relaciones, el amor, la muerte, la diversidad sexual, el multiculturalismo, la libertad creativa o la valorización del uso de elementos reciclados.