Aseguradoras advierten: cuatro de los cinco mayores riesgos futuros son medioambientales
José María Carulla, director general de Marsh, el corredor de seguros y asesor de riesgos líder en el mundo, lo explica: “Cuatro de los cinco mayores riesgos futuros para las aseguradoras están relacionados con el medio ambiente. Ningún país se puede escapar del problema del cambio climático que ya está castigando las cuentas de resultados del sector; en algunos casos, está acabando con los beneficios de importantes compañías por lo que tendrán que elevar los precios de las pólizas para compensar esta situación”.
Cada vez son más frecuentes las noticias sobre los desastres naturales. Y detrás están las aseguradoras, sobre todo en los países desarrollados y en las zonas urbanas, que sufren destrozos de enorme cuantía. Desde la atalaya internacional de una empresa como Marsh, el asunto se ve con nitidez. Carulla considera que los fenómenos meteorológicos “son cada vez más frecuentes y más agresivos, lo que se traduce en más daños a bienes y personas”. Este experto considera que las firmas del sector están empujando en los foros mundiales para que se luche contra la subida de la temperatura del planeta. Además, cree que pueden tener un papel relevante seleccionando (y bonificando) a los clientes más verdes en detrimento de los contaminantes.
Un reciente estudio de Swiss Re, uno de los principales proveedores mundiales de reaseguros y seguros, titulado Más riesgo: la naturaleza cambiante de los seguros y oportunidades para 2040, es abrumador. Afirma que el sector asegurador había sufrido pérdidas de 34.000 millones de euros hasta junio por motivos climáticos, un 27% más que en la media de la última década. Para los próximos años consideran que el aumento de las pérdidas por catástrofes relacionadas con el clima se traducirá en un gasto en primas de entre 121.000 y 158.000 millones de euros, lo que aumentará los precios del aseguramiento de propiedades entre un 33% y un 41% de aquí a 2040. Esta situación llevará a que algunas zonas del mundo, sobre todo aquellas en las que estos fenómenos sean recurrentes o las que estén en áreas inundables, vean cómo se encarecen sus seguros hasta el punto de que sea imposible contratarlos para una parte de la población.
Pese al aumento de imponderables climáticos, España es un país privilegiado en el mundo porque cuenta con dos empresas público-privadas que se hacen cargo de los riesgos extraordinarios: el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) y Agroseguro, que asumen la mayor parte de los problemas generados por el clima. De hecho el Consorcio de Compensación de Seguros es un invento casi genuinamente español que otros países, como Francia, analizan para clonarlo. En ningún otro sitio existe un organismo que tenga el mismo tamaño y fuerza financiera, aunque sí hay algunos más pequeños o sectoriales.
El incremento de la frecuencia de los grandes daños climáticos y el enorme gasto que conllevan ha llevado al sector a pedir un cambio de reglas. La patronal UNESPA ha solicitado que se abra una negociación con el ministerio de Asuntos Económicos para que el Consorcio cubra más daños de los que ahora tiene en su reglamento, como explicó la semana pasada Manuel Mascaraque, director del Área de Seguros Generales en UUNESPA, que reúne a casi 200 aseguradoras y reaseguradoras, el 96% del sector. UNESPA acaba de crear el portal Naturalmente protegidos, para guiar a los asegurados en caso de lluvia, inundación, tempestad, sequía, nieve, etcétera. En el sector están convencidos de que lo peor está por llegar, así que quieren contar con más protección ante el cambio climático.
[Este contenido procede de El País. Lee el original aquí]