Barcelona ofrece más de un centenar de puntos verdes para el reciclaje de juguetes
El ayuntamiento de Barcelona ofrece más de un centenar de puntos verdes para poder depositar juguetes usados que una vez clasificados y reparados pueden ser reutilizados por otros niños o bien reciclados.
Según ha informado hoy el ayuntamiento barcelonés en un comunicado, los juguetes usados pueden depositarse en 23 puntos verdes de barrio y en los 96 puntos verdes móviles.
Esta campaña, que se enmarca en el Plan de Prevención de Residuos de la ciudad, persigue alargar la vida útil de los juguetes a través del tratamiento que realiza la Fundación Formación y Trabajo.
Esta Fundación está especializada en los procesos de recuperación y reutilización de residuos como ropa, muebles, juguetes o bicicletas, y trabaja para la formación e inserción laboral de personas en riesgo de exclusión.
En los puntos verdes se ha habilitado un "Rincón de los juguetes que piden volver a ser queridos", en los que hay unas jaulas en los que se pueden depositar juegos y juguetes en buen estado que ya no se utilizan pero que pueden ser reutilizados por otros niños.
Estas jaulas son vaciadas semanalmente por la Fundación y su contenido se lleva a la planta de recuperación que ésta tiene en Sant Adrià de Besós (Barcelona), donde se clasifican según se estado, material y tipología o posibilidades de reparación, y finalmente se clasifican de nuevo en función de su destino: entrega social, venta de segunda mano en las tiendas de la Fundación o bien reciclaje.
Los juguetes que por su estado no pueden prepararse para su reutilización se separan por materiales reciclables, lo que garantiza su gestión correcta como residuos.
Desde la puesta en marcha del servicio se han recogido unos 180.000 kilos de juguetes usados y la distribución posterior que se realiza en base a su estado y tipología se ha desarrollado así: tiendas que gestiona la Fundación, el 6%; el Programa de Entrega Social, el 16%; clientes minoristas y mayoristas, el 33%, y residuos, el 45%.
Estos resultados han permitido a la Fundación mantener el equipo de cuatro personas en riesgo de exclusión social dedicadas al tratamiento de juguetes, dos para el transporte y otras dos para la selección y reparación.