Benín: la mala gestión de los residuos biomédicos genera riesgos para la salud humana
Estos frascos y botellas pequeñas son residuos médicos que deberían eliminarse adecuadamente. Raymond Da Silva, inspector general del hospital universitario nacional apuntó que, pese a sus esfuerzos por incinerar los desechos, los frascos de suero son complicados en todos los centros de salud del país.
Da Silva advirtió que, aunque estos contenedores se vacíen y se limpien, volver a usarlos no es una práctica segura, por lo que aconseja no aceptar nunca refrigerios o condimentos empacados en ellos. Los residuos biomédicos pueden ser sólidos o líquidos, de laboratorio, de origen biológico o generados por la actividad médica o paramédica. Deben manejarse adecuadamente para proteger al público.
La directora de servicios de desechos biomédicos en la organización no gubernamental Bethesda, Amina Sylla, critica la falta de interés de los centros de salud en el manejo adecuado de sus residuos, ya que no ven la necesidad de gastar dinero en la eliminación de residuos, y esta entidad manejan los desechos de unos cuarentas hospitales en Cotonou y sus alrededores.
El Centro Médico Regional de Parakou, en el nororiente del país, es una feliz excepción a esta regla. El centro tiene su propio incinerador, según señaló el director de la institución, Issa Mama Djibril. Con ello, intentan manejar sus residuos de la mejor forma y sus instalaciones también las usan otros hospitales de la zona. Según Djibril, "el gran problema es cómo garantizar que nuestro personal haga el trabajo cumpliendo los estándares requeridos".
El ambientalista Nikita Topanou, presidente de Flambeau du Progrès, una organización no gubernamental local que recolecta residuos domésticos en la sureña región de Abomey-Calavi, apuntó que la entidad encuentra grandes cantidades de desechos biomédicos mezclados entre la basura con la que trabajan. Así, trabajan para concienciar a los centros de salud para que gestionen correctamente sus residuos.
Bethesda compró un gran terreno en Hêvié, un área suburbana cercana a Cotonou, para cumplir con las regulaciones que requieren que los puntos de incineración estén a por lo menos 200 metros de las casas más cercanas. "Yo quemo ocho contenedores de 50 kilogramos cuando el incinerador funciona bien. Pero cuando funciona mal, solo puedo quemar tres", afirmó Célestin Houndjo, administrador del sitio.
Bethesda tiene otro sitio de incineración en Pahou, a unos 26 kilómetros de Cotonou, pero ahora este está rodeado por áreas residenciales que florecieron desde que se construyó. Debido a las quejas de humo y gases durante el día, ahora trabajan de noche. Estos gases pueden ser muy tóxicos, según Eustache Houéto, director del laboratorio Précis Plus. "Cuando la combustión es incompleta, puede producir monóxido de carbono. Y cuando el ambiente es rico en ese gas, es muy pobre en oxígeno", explicó. Todo ello puede acarrear problemas de salud para los habitantes de esa área (respiratorios, de mucosas de nariz y garganta, rinitis...).
Consciente de los muchos desafíos que enfrenta este sector, el Ministerio de Salud intenta asumir su rol en esta materia a través de su Departamento de Higiene y Sanidad. De este modo, Pie Djivo, uno de los responsables del manejo de desechos biomédicos en el Ministerio comentó que se están llevando a cabo sesiones de capacitación, creando conciencia y realizando controles en los 34 distritos sanitarios, en más de 1.000 centros de salud públicos y privados.
Una guía nacional para el sano manejo de los desechos biomédicos en Cotonou, producida en cooperación con el gobierno canadiense en diciembre de 2008, recomienda aclarar los roles y responsabilidades de los actores involucrados para garantizar un sistema seguro de eliminación de estos peligrosos residuos.
Vía IPS Noticias
Cotonou, Benín