Buenos Aires quiere reducir los residuos alimenticios
La diputada del Pro Mercedes de las Casas presentó en la Legislatura porteña un proyecto de ley, el cual buscará reducir los residuos de productos alimenticios que se encuentren aptos para el consumo humano en la Ciudad, mediante la donación de los mismos a organizaciones sin fines de lucro.
De esta manera, la propuestas prevé que “los hipermercados, supermercados, minimercados y autoservicios establecidos como generadores especiales de residuos por la Ley 4859 deberán entregar todo producto alimenticio apto para consumo humano que fuera retirado de su venta, a organizaciones sin fines de lucro con experiencia en el manejo de alimentos y que cumplan con los recaudos de trazabilidad, cadena de frío y condiciones de salubridad para su posterior distribución”.
Asimismo, sostiene que los comercios alcanzados por la normativa “deberán desarrollar una campaña de comunicación y concientización permanente en sus puntos de venta ubicados en la Ciudad, a fin de sensibilizar a los diferentes sectores de la economía y a la población en general sobre las consecuencias sociales, económicas y ambientales de las pérdidas y desperdicios de alimentos”.
En los fundamentos de la medida, De las Casas explicó que “de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), el volumen mundial del desperdicio de alimentos ´comestible´ es de 1.300 millones de toneladas, equivalente a un tercio de la producción mundial de alimentos” y subrayó que “el número de personas hambrientas en el mundo ronda los 800 millones, lo que supone una de cada nueve personas”.
Además, resaltó que según datos arrojados por la Dirección de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos de la Secretaría de Alimentos y Bebidas del Ministerio de Agroindustria a principios de este año, “en la Argentina se desechan 16 millones de toneladas de alimentos por año, es decir, un 12.5 % de todos los alimentos que se producen en el país” por lo que “se estima que una persona tira 38 kilos de alimento por año”. Finalmente, la diputada llamó a “adoptar una política de reducción de los residuos de productos alimenticios” para terminar con esta problemática.