Cada gallego genera 408 kilos de basura al año
Parece inevitable. A medida que la recuperación económica avanza aumenta el consumo y se eleva la generación de residuos. Es lo que le ha sucedido a Galicia, que ha visto como en los últimos años en los que se han cerrado las estadísticas, 2015 y 2016, ha crecido la basura doméstica. Según los datos más recientes disponibles, la comunidad genera 1.108.389 kilos de residuos al año, lo que supone una media de 408 kilos por habitante. Es una cifra que aún está por debajo de los 1.241.148 kilos alcanzados en el 2009, pero la tendencia preocupa. Es un círculo vicioso que se intenta romper desde la Administración para entrar en otro mucho más positivo, el de la economía circular, que permite no solo minimizar la producción de materiales de desecho, sino recuperarlos para devolverlos al ciclo económico. "Es muy difícil romper la relación entre crecimiento económico y generación de residuos, pero vamos a hacer todo lo posible para conseguirlo", advierte Verónica Tellado, subdirectora xeral de Residuos de la Xunta. Existen potencialidades para lograrlo.
Por un lado, Galicia sigue siendo una de las comunidades que menos desechos genera. Los 408 kilos contabilizados por habitante y año en el 2016 están muy por debajo de la media estatal de 478,3, aunque este último dato corresponde al 2015, el último en el que existe una estadística comparada por comunidades. Por otro, el objetivo marcado en el Plan de Residuos Sólidos Urbanos de la Consellería de Medio Ambiente de reducir en un 10% la producción de desperdicios en el 2020 en comparación con el 2010 sigue siendo algo factible. "No hay ninguna razón para pensar que no lo vayamos a cumplir", apunta Tellado. Pero si estas son las potencialidades, el sistema también cuenta con debilidades notables. Quedan aún deberes por hacer y elevar los niveles de reciclaje de los distintos materiales es, quizás, uno de los principales. Si se suma el porcentaje de reciclaje de desechos (13,4%) con el de compostaje de la materia orgánica (5,7%) apenas se alcanza un 20%, un valor que está por debajo de la media española y lejos aún del reto marcado por el propio plan gallego de residuos, que fija en un mínimo del 30% el porcentaje de reciclado para el año 2020. Donde el comportamiento de Galicia es mejor que el de otras autonomías es en el relacionado con el depósito de basura en vertedero, ya que solo se destina a este fin el 33 % de los desechos, cuando la media española supera el 56%. Ello se debe al alto porcentaje dedicado a la valoración energética (47,6 %) que se lleva a cabo en la planta de Sogama (Cerceda). «No sé si podremos conseguir los objetivos de reciclaje, pero en el peor de los casos vamos a estar muy cerca, y lo que es seguro es que vamos a poner todos los medios para lograrlo», destaca la subdirectora xeral de residuos.
¿Cómo hacerlo? Hay varios frentes abiertos, desde el técnico, con la introducción de nuevas tecnologías en la planta de Sogama, adonde va a parar el 82% de la basura de los gallegos, a la introducción de sistemas específicos de recogida selectiva de la materia orgánica en los municipios (alternativa que ya se aplica en los concellos dependientes de las plantas de Nostián y Barbanza), aunque la prioridad sigue pasando por incentivar las campañas de concienciación entre la población para que cambien sus hábitos. Todo empieza con la separación en origen. Si el ciudadano particular no empieza por depositar en su domicilio cada tipo de residuo en la bolsa correspondiente y luego llevarlos a cada contenedor específico, el sistema flaquea. Es cierto que cada vez existen una mayor concienciación ciudadana, acompañada de una mayor información, pero, aún así, queda margen de mejora. Una prueba es lo que sucede en los complejos de Nostián y Barbanza, más enfocados al reciclaje y al compostaje, pero que se encuentran con un importante porcentaje de impropios en las bolsas de basura, que se eleva al 40%. O, lo que es lo mismo, es el porcentaje de residuos que se tira en el lugar donde no le corresponde, la fracción de rechazo. Paradójicamente, o al menos es lo que sucede en Galicia, son los adolescentes los menos comprometidos con la separación en origen, según se desprende de los estudios realizados por Consellería de Medio Ambiente. ¿Falta de información?, ¿rebeldía?, ¿pereza?... Las razones que expliquen su comportamiento se desconocen, pero el dato es objetivo. "La verdad es que nos cuesta muchísimo llegar a ellos. No es fácil, y si me preguntas el motivo tampoco sabría responderte", constata Verónica Tellado. Una vez identificado el problema, este colectivo preferente recibirá una atención específica en las campañas promovidas por parte de la Administración. Pero también se impone un cambio de estrategia. Hay que llegar a ellos en los lugares donde se mueven, por lo que las iniciativas se llevarán a cabo en festivales de música con mensajes que capten su interés y puedan moverlos hacia un cambio de conducta. Los locales de hostelería serán otro foco de atención.
La tecnología puede ayudar, y mucho, a aumentar de forma considerable el porcentaje de reciclaje en Galicia. Todo empieza en la separación en origen en el domicilio, pero si esta no es del todo adecuada existen alternativas para evitar que los envases, los vidrios, el papel y el cartón o la materia orgánica aprovechable como compost acabe en un vertedero o, en el mejor de los casos, se incinere para la generación de electricidad. La clave está en el proceso de ampliación de la planta de Sogama en Cerceda, que recibe la basura de 2,26 millones de gallegos de 294 municipios. La nueva planta de clasificación, una de las dos grandes actuaciones previstas, permitirá la separación de forma automática de plásticos, papel y cartón, metales y otros residuos que llegan mezclados al complejo con otro tipo de desperdicios. "Creemos que nos va a ayudar muchísimo para elevar los niveles de reciclaje", destaca Verónica Tellado, subdirectora xeral de Residuos. De hecho, la Consellería de Medio Ambiente estima que la recuperación de este tipo de basura se multiplicará por cuatro. Todo el proceso de ampliación de Sogama se completará en el 2019.