Científicos mexicanos transforman residuos cítricos en desinfectante
México se encuentra entre los primeros cinco países productores de cítricos en el mundo; estos cultivos comprenden una extensión de 520 mil hectáreas establecidas en 23 estados del país, en los que se producen, aproximadamente, 6.7 millones de toneladas anuales, según cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Ante esas cifras, y con el propósito de aprovechar los residuos que deja la explotación de cítricos, la investigadora María de los Ángeles Sánchez Contreras, del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej), estudió la composición de estos residuos; su objetivo fue optimizar un método que permitiera obtener los compuestos flavonólicos y polifenólicos contenidos en estos desechos, con el fin de elaborar un producto desinfectante y antiparasitario que haga posible eliminar las bacterias que poseen los vegetales y el agua antes de ser consumidos.
De acuerdo con la especialista en aprovechamiento de residuos agroindustriales, los cítricos cuentan con diferentes propiedades como antioxidantes y un alto contenido en vitamina C y ácido cítrico (este último elemento, por cierto, les proporciona ese típico sabor ácido tan característico); así, esta investigadora definió un método de extracción criogénico, el cual permitió aislar las sustancias químicas denominadas polifenoles de manera más limpia y sin emplear ingredientes tóxicos.
Sánchez Contreras explicó que utilizó solventes polares a muy bajas temperaturas mediante una purificación por cromatografía simple, con los cuales obtuvo muy buenos rendimientos de extracción.
Mencionó que las pruebas de extracción se aplicaron en diferentes variedades de cítricos, y se les realizaron exámenes de actividad antioxidante, antimicrobiana y de toxicidad aguda. Indicó que, aun cuando en todos los casos se observaron respuestas favorables, el mejor resultado se encontró para la acción antimicrobiana de los extractos de residuos de toronja.
A partir de esos residuos, se obtuvieron efectos favorables en contra del parasito Entamoeba histolytic, relacionado con la amebiasis, así como para Giardia lambia, cuyo organismo es causante de una fuerte diarrea durante la enfermedad conocida como giardiasis.
“Esos resultados dieron pie a proponer la elaboración de un desinfectante para agua y verduras, cuyo componente principal es el extracto obtenido de los residuos de toronja”, expuso la doctora Sánchez Contreras.
A decir de la experta, la toronja ya se utiliza para producir desinfectantes a través de la preparación de un aceite que se extrae de los huesos o semillas del fruto. Sin embargo, su propuesta difiere de los demás porque los compuestos flavonólicos y polifenólicos proporcionan esa actividad antimicrobiana que hace innovador el producto; es decir, se obtiene de la cáscara y el bagazo de toronja el principal residuo agroindustrial generado durante la elaboración del aceite esencial y el jugo de toronja.
Aunado a ello, este desinfectante orgánico se encuentra libre de yodo, cloro o plata coloidal, lo que representa un beneficio para el mercado potencial de este producto, debido a que favorece la capacidad nutrimental por el contenido de antioxidantes con los que cuentan por su origen cítrico. Además, al ser aplicado en los vegetales no requiere ser enjuagado en abundancia, como ocurre con otros productos comerciales.
El producto desarrollado por la unidad sureste del Ciatej, Centro Público de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), también puede emplearse en el agua, pues de acuerdo con pruebas elaboradas por los investigadores, se consiguió la eliminación de microorganismos entéricos de acuerdo a las normas establecidas para el consumo del líquido potable purificado.
A diferencia de las legumbres, donde fue fácil suprimir estos patógenos, en el vital líquido se mantuvieron en forma de quistes; es decir, la forma en que el parasito se prepara para resistir por largos periodos hasta una nueva infección, añadió la titular del proyecto.
La doctora María de los Ángeles Sánchez Contreras destacó que espera obtener el registro de patente por este proceso como producto final de la investigación; una vez adquirida la protección, se iniciará un plan de negocios para transferir esta tecnología.
Cabe señalar que en esta investigación participaron también expertos del Ciatej del estado de Jalisco, así como la Unidad Sureste de Guadalajara y el centro regional doctor Hideyo Noguchi, de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). Además, el proyecto contó con el apoyo del Fondo Mixto del Gobierno del Estado de Yucatán, del Conacyt, y la Unión de Ejidos Citricultores de Sur de Yucatán, la que proporcionó los residuos cítricos para llevar acabo la investigación.