CNN alerta sobre los residuos de la minería en Chile
El reportaje de investigación de CNN Chile "Minas de Oro: desechos de muerte" ha destapado de forma dramática la problemática de los residuos de minería en Chile, una de las actividades principales del país. Durante 18 meses la periodista Carola Fuentes investigó lo que ocurre con los residuos de las minas que cumplen su vida útil y son abandonadas. La mayor parte de ellos constituye material altamente venenoso, cuyos daños, sin embargo, no son cuantificables a corto plazo.
El reportaje ha detectado más de doscientas localidades potencialmente peligrosas a lo largo del país, demostrando que no sólo las regiones históricamente ligadas a la minería tienen problemas con los enclaves abandonados.
Pero lo más grave es que, en la gran mayoría de los casos, la población que habita cerca de los residuos o de minas abandonadas o penosamente clausuradas, no está advertida del peligro. El equipo de CNN logró obtener el catastro de los lugares peligrosos a lo largo del país elaborado por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) con ayuda de fondos extranjeros, el mapa está actualizado hasta 2007 y no se encuentra al alcance los ciudadanos potencialmente afectados.
En 2003 el Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales de Alemania ofreció al Sernageomin la elaboración de un manual para evaluar el riesgo de los residuos mineros, que sirviera de base para redactar un proyecto de ley que resolviera el vacío legal. Llanos de Rungue, a 54 kilómetros al norte de Santiago de Chile, fue el lugar elegido como piloto de los trabajos que comenzaron a comienzos del año siguiente.
Según esta investigación, la empresa Refimet, de Alejandro Noemi, ex ministro de Minería de Ricardo Lagos, vertió en piscinas oficiales, autorizadas por Sernageomin 13.000 toneladas de desechos con un alto contenido en arse´nico. Cerca de allí descubrieron otro depósito de arsénico no informado vertido directamente a la tierra. Después de diversos procesos científicos, descubrieron que la cantidad de arsénico en el agua y tierra del sector arrojaba cantidades inadmisibles según el estándar internacional. Las conclusiones fueron demoledoras.
“Aseguraban que era necesario hacer nuevos estudios para determinar el origen exacto de la contaminación y su grado de avance, pues por las pendientes era posible que en los siguientes 30 años la contaminación pudiera llegar al estero de Rungue, y de ahí afectara a Til-Til, Polpaico, Lampa, la Laguna Carén, el Río Mapocho y el río Maipo” dice Carola Fuentes en el reportaje exhibido la noche del lunes. Hasta ahora, estos resultados no habían sido conocidos públicamente. Ni siquiera lo sabía Pedro García, quien vive cerca de los terrenos donde se ubicaban los deshechos de Refimet. García toma agua de una noria que tiene cinco veces más arsénico del que se recomienda para el consumo humano.
En tanto, el proyecto de ley para regular el cierre de las minas comenzó a tramitarse a partir de un Mensaje Presidencial el 2 de marzo de 2009. El 9 de marzo de este año, dos días antes que asumiera el nuevo gobierno, el proyecto -en primer trámite constitucional- fue aprobado en general en el Senado por 27 votos a favor y cero en contra.
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