Continúa el enfrentamiento por el Plan de Residuos en el Vall d'Albaida
Los alcaldes de las comarcas valencianas de la Safor, la Costera y la Canal han decidido rebelarse ante la política de gestión de la basura que mantenía la Generalitat Valenciana por medio del Consorcio para la gestión de Residuos (COR). Hace un año ya que los alcaldes del Vall d'Albaida decidieron desobedecer las consignas del COR y no delegar el control del tratamiento y la eliminación de la basura a la entidad, manteniendo la autonomía sobre la gestión de residuos a través de la Mancomunitat.
El tiempo parece haber demostrado que el Consorcio, creado para gestionar los desechos de cinco comarcas, tiende al fracaso, provocando malestar y manteniendo el conflicto. Pese a las presiones de la Generalitat, los dirigentes de la Vall no piensan ceder. En las diferentes formaciones, exigen al Consell la modificación del Plan de Residuos para dar cabida al proyecto autónomo de gestión que la Mancomunidad defiende desde el 2001 y que permitiría la creación de una planta de residuos en Bufali, proyecto paralizado en espera de licencia ambiental desde hace años.
La intención de la Mancomunidad es utilizar la planta de transferencia que utiliza Recisa, empresa concesionaria de la Mancomunidad situada también en Bufali, en lugar de la prevista por el COR en El Palomar. La petición a la Generalitat solicitaba poder seguir manteniendo el control de los desechos hasta que esté finalizada la planta de Llanera.
Por el momento, la última asamblea ha dejado en el aire un contrato de 420 millones que supondría el pago de una indemnización a la adjudicataria de las instalaciones, la UTE formada por FCC y Dimesa.