Córdoba: Un informe sintetiza el impacto de la pandemia en los residuos recogidos en la ciudad
Decir que la COVID-19 ha alterado nuestro modo de vida es un hecho ya asumido por la mayoría de la población. Ni siquiera los desechos derivados de nuestra actividad como sociedad, su cantidad, procedencia y tipo, han quedado indemnes a su influencia. La empresa municipal Emacsa, encargada del tratamiento de las aguas y su distribución, y Sadeco, reconocida por sus labores en el procesado de residuos sólidos urbanos, son los referentes de estas prestaciones en la ciudad. A través de su labor no solo podemos conocer la situación y métodos actuales de la gestión, sino también contemplar parte de los cambios en los hábitos de consumo que ha traído consigo esta nueva normalidad.
De acuerdo con los registros proporcionados por Emacsa y procedentes de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) La Golondrina, la cantidad de desechos recogidos en el 2020 superó las 1.600 toneladas al año, siendo un 30% de ese total sólidos diversos que iban desde bolsas de plástico a bastoncillos. En relación con el 2019, este tipo de residuos registraron una caída del 15%, lo cual parece justificarse con la reducción de la actividad comercial e industrial. Por otro lado, se calculó un incremento del 27% en arenas y materiales inorgánicos (790 toneladas/año) y cuya razón parece encontrarse en el largo período de cuarentena y en el uso extendido de productos para el hogar y de cuidado como cosméticos o cremas.
En cuanto a los atascos en redes de alcantarillado, sobre todo a causa del denominado «monstruo de las cloacas» (tapones provocados por residuos flotantes y sólidos como las toallitas), se aprecia en el 2020 una reducción del 10% en contraste con fechas previas, lo cual es un dato interesante teniendo en cuenta que el período de confinamiento podría haber agravado sus consecuencias. Sin embargo, el coste que generan estas imprudencias para la ciudadanía sigue siendo elevado, en torno al millón de euros anuales, por lo que Emacsa sigue dirigiendo campañas y conferencias para la concienciación de esta problemática.
En cuanto a la gestión de basuras durante la pandemia, y según las estadísticas facilitadas por Sadeco, se aprecia un leve descenso en la recogida domiciliaria entre 2019 y 2020. Sin embargo, este apartado registra tanto el total de desechos producidos en viviendas como negocios y locales, lo que parece indicar que el descenso de residuos generados por los comercios durante el confinamiento fue subsanado por su incremento en los hogares.
El director de Servicios Operativos de Sadeco, Jesús Diz Pérez, señala que «lo normal es que la basura recogida, por pequeña que sea la diferencia, crezca cada año», observándose una reducción únicamente «en los períodos de crisis». De hecho, el monto de residuos recogidos por Sadeco cada año desde la década de los 90 tan solo sufrió un descalabro entre 2007 y 2015 durante la recesión económica, y nuevamente en el 2020 a causa de la pandemia.
En la mayoría de los desechos clasificados se aprecia una ligera reducción, salvo en envases e inertes y papel-cartón, cuyo aumento en el 2020 pudo deberse a un mayor acopio de productos para el hogar y de consumo diario, así como por las compras on line y envío de paquetería. De hecho, solo durante la primera fase de la desescalada el comercio on line aumentó en España un 144%, un cambio de hábitos en la población que se mantiene y que afecta de manera directa a los residuos que se producen.
En contraposición, encontramos una disminución notable en la recogida de desechos derivados de la actividad industrial en el año 2020, principalmente en residuos de construcción y demolición (RCD), sufriendo una caída de hasta 9.225 toneladas con respecto al 2019. Ello se explicaría por el parón que sufrió el sector de la construcción en el confinamiento.
Al igual que Emacsa, durante la pandemia, Sadeco ha revestido de especial importancia su labor en la recogida de residuos, apostando por programas que promuevan alternativas al reciclaje como la reutilización. El proyecto Reusemed, aprobado en octubre del año pasado, se encuentra actualmente en funcionamiento, si bien no se espera que su actividad se inicie antes del tercer trimestre de este año. Antes, se están llevando a cabo estudios de campo y encuestas poblacionales sobre los hábitos de reutilización. Este proyecto pretende servir como referencia para activar los planes de economía circular propuestos desde Europa, promocionando para ello la reutilización de todo tipo de productos, desde ropa y alimentos hasta enseres domésticos.
[Esta noticia fue publicada originalmente en Diario Córdoba. Lee el original aquí]