Crecimiento no regulado del biogás impulsado por financiación pública
El consorcio advierte que, sin una evaluación de impacto ambiental, la prisa desenfrenada de la UE por aumentar la producción de biogás y biometano corre el riesgo de generar contaminación, alimentar la ganadería industrial y socavar los objetivos climáticos.
Los resultados se conocen mientras comienza la 'Semana del Biometano' en Bruselas y revelan una falta de supervisión que abre la puerta de par en par a incentivos perversos y efectos secundarios dañinos, incluidas fugas de metano de las plantas de biogás, mayor contaminación del aire y del agua, uso de estiércol como materia prima que aumenta la cría intensiva de animales y el posible bloqueo del uso de combustibles fósiles.
El informe recomienda que los responsables políticos de la UE garanticen una regulación adecuada del sector del biogás realizando una evaluación de impacto ambiental inmediata del objetivo RePowerEU, y pide el cese inmediato de cualquier financiación pública hasta que esto se haya completado.
Hallazgos clave
- Ninguna política de la UE analizada mitiga suficientemente los posibles impactos ambientales y sociales negativos de la producción de biogás y biometano en la región.
- La Asociación Industrial del Biometano (BIP) ha abierto la puerta para que la industria establezca políticas sobre el biogás y dicte lo que se considera sostenible.
- Los intereses de la industria están en condiciones de recibir 37.000 millones de euros de financiación pública para proyectos de biogás, sin evaluación de impacto ambiental.
- La fiebre del biogás ha generado 28 000 millones de euros adicionales en inversiones privadas hasta 2030, con el riesgo de quedar atrapados en una producción insostenible de biogás y generar riesgos climáticos y financieros a largo plazo. Los tres principales receptores de esta inversión son España, Dinamarca y el Reino Unido. Tanto España como Dinamarca cuentan con importantes explotaciones ganaderas industriales que causan estragos en la contaminación local y la calidad del agua, mientras que el Reino Unido promueve el uso de estiércol como materia prima.
- La UE considera el estiércol un residuo de "cero emisiones", ignorando las emisiones derivadas de la fermentación entérica y el cambio de uso del suelo. Desde 2019, el uso de estiércol como materia prima ha aumentado. Las subvenciones podrían replicar los incentivos al estilo estadounidense, que propiciaron un aumento interanual del 3,7 % en el tamaño de las manadas. Alemania, Irlanda, los Países Bajos y el Reino Unido incentivan activamente el uso de estiércol como materia prima.
- No existe una regulación a nivel de la UE sobre las fugas de metano de las plantas de biogás. Las estimaciones actuales sugieren que alrededor del 5 % del metano en las cadenas de suministro de la UE se pierde por fugas. En Alemania, por ejemplo, se estima que se pierden anualmente unas 300 000 toneladas de metano, lo que equivale a unos 24 millones de toneladas de CO₂. Si bien Dinamarca, Alemania y el Reino Unido cuentan con una normativa nacional sobre fugas, esta se aplica de forma inconsistente y las investigaciones recientes han demostrado que persisten. No se han encontrado planes para Irlanda, Polonia ni Rumanía.
- La fiebre del biogás permite el lavado de imagen verde, ya que los combustibles fósiles se mezclan con metano para producir biogás para la red, lo que retrasa la eliminación gradual de los combustibles fósiles.
[Este contenido procede de Recycling Magazine Lee el original aquí]






