El desmantelamiento de instalaciones petroleras y gasíferas marinas representa un desafío tanto técnico como ambiental debido a la complejidad de las estructuras y su ubicación en ecosistemas marinos sensibles. Estas operaciones, que incluyen la retirada, abandono o reutilización segura de plataformas y ductos al final de su vida útil, requieren no solo consideraciones de seguridad y cumplimiento regulatorio, sino también estrategias eficientes de gestión de residuos y protección ambiental (Reda et al., 2024a). La creciente presión de los organismos reguladores y la conciencia pública sobre los impactos ambientales han impulsado la necesidad de soluciones sostenibles que combinen seguridad, eficiencia y reducción de impactos ecológicos.

En particular, las tuberías submarinas no aptas para limpieza con raspador presentan retos significativos, ya que retienen hidrocarburos residuales y limitan la inspección mediante métodos tradicionales. Estos ductos, comunes en campos offshore envejecidos, requieren enfoques especializados para prevenir derrames y proteger la calidad del agua. En respuesta a estos desafíos, recientes estudios en el Golfo Pérsico han desarrollado metodologías innovadoras de lavado, desaceitado y abandono adaptadas a tuberías no aptas para raspado. Estas metodologías integran herramientas avanzadas de modelado: OLGA para asegurar el flujo interno y CORMIX para analizar la dispersión de contaminantes, garantizando que los niveles de petróleo en agua se mantengan por debajo del estricto límite regulatorio de 15 ppm.

El proceso de desmantelamiento sostenible contempla la planificación integral, la descontaminación de hidrocarburos, el cierre seguro de pozos, la remoción y reciclaje de equipos, así como la restauración de los sitios marinos a condiciones previas a la instalación. Este enfoque minimiza los riesgos ambientales, facilita la recuperación de materiales y contribuye a la economía circular, transformando residuos industriales en recursos aprovechables. Además, la metodología aprovecha datos ambientales específicos de la región y medidas adaptativas para gestionar contaminantes estancados, fortaleciendo la eficiencia operativa y el cumplimiento normativo.

La implementación de estos métodos innovadores no solo protege la biodiversidad marina, sino que también establece un marco práctico para reguladores y operadores en proyectos de desmantelamiento offshore a nivel global. Los hallazgos respaldan prácticas responsables y sostenibles que pueden aplicarse en ecosistemas marinos sensibles, ofreciendo una guía concreta para el manejo seguro de residuos y la mitigación de impactos ambientales durante el retiro de infraestructura petrolera y gasífera.

En conjunto, la investigación destaca la importancia de integrar criterios ambientales, gestión de residuos y planificación estratégica en todas las fases del desmantelamiento de instalaciones marinas, asegurando que los proyectos se realicen de manera segura, rentable y ecológicamente responsable.