Disparidad de normativas para la gestión de residuos sanitarios
Se denominan residuos sanitarios aquellos que proceden de actividades desarrolladas en centros para el tratamiento, diagnostico o inmunización de humanos o animales, así como en aquellos en los que se producen compuestos a partir de organismos vivos y sus productos. Su generación es fruto de actividades médicas o de investigación en hospitales, clínicas y laboratorios farmacéuticos. Aunque buena parte de estos residuos son asimilables a urbanos, otros son potencialmente peligrosos debido a la presencia de sustancias químicas y patógenos.
El estudio "Critical review of medical waste legislation in Spain" del que es coautora Montserrat Zamorano, investigadora de la Universidad de Granada (UGR), advierte sobre la necesidad de unificar los planes de gestión de residuos sanitarios vigentes en la actualidad en las distintas comunidades autónomas en aras de mejorar las tasas de reciclaje.
Actualmente en España no existe una normativa específica de residuos sanitarios. Su gestión se rige por la Ley 10/1998 de Residuos así como por normativas específicas en función de su caracterización, como pueden ser los residuos radiactivos. 13 comunidades autónomas aprobaron planes o normativas específicas para regular la gestión de este tipo de residuos, algunas de ellas anteriores a la ley de 1998.
“Realizamos una comparativa de los planes y normativas de gestión de residuos sanitarios vigentes en las comunidades autónomas en 2008 para ver si existían diferencias. Observamos distinciones que inciden incluso en la clasificación de los desechos, lo que hace difícil obtener un dato global de cuáles son, por ejemplo, los distintos tipos de residuos que se generan en el ámbito sanitario”, explica Zamorano a SINC.
El estudio analiza las diferencias y aspectos comunes en cuanto a definición y clasificación de los residuos, así como los principios básicos establecidos para las distintas fases de su gestión. “A la hora de gestionar los propios residuos, en aquellas comunidades en las que no exista una norma de referencia podemos tener el problema, si no existe acuerdo, de que centros sanitarios de una misma provincia gestionen los residuos de forma distinta”, destaca la experta.
Así mismo, los investigadores encontraron diferencias en cuanto a la denominación "residuo sanitario", en la clasificación de estos residuos así como en los criterios establecidos para la presentación, recogida, almacenamiento y tratamiento de las categorías establecidas. Se descubrió también que gran parte de las normas anteriores a la aprobación de la Ley de Residuos no estaban adaptadas a los principios básicos de ésta.
“Tampoco está extendida la práctica basada en la minimización, reutilización, reciclaje y valorización, frente a la incineración y eliminación en vertedero; y en consecuencia, debido al uso abusivo de material de un solo uso, la tasa de generación de este tipo de residuos se ha incrementando sustancialmente”, apunta la investigadora.
Según los expertos, las diferencias observadas, así como las prácticas que se llevan a cabo, podrían tener implicaciones tanto medioambientales como económicas en la gestión de estos residuos. “Esta situación podría evitarse con la aprobación de unos criterios generales de gestión a nivel nacional”, concluye la experta.
Vía Sinc
Bradley Gee (cc)