Ecologistas en Acción critica que el nuevo PIR de la Comunidad Valenciana extenderá las incineradoras
Ecologistas en Acción señala que el nuevo Plan de Residuos de la Comunitat Valenciana, en exposición pública, permitirá extender la incineración de residuos. El Plan Integral de Residuos promueve la instalación de una incineradora en cada una de la diez plantas de tratamiento mecánico biológico (TMB), que queme una parte de los rechazos, para conseguir la supuesta "autosuficiencia energética" de cada instalación.
Se propone como objetivo el "vertido cero" en lugar del "residuo cero" promoviendo además la incineración de los rechazos en las plantas cementeras y hornos industriales. El PIR propone la construcción de una macroplanta suprazonal que gasifique la fracción rechazo y la materia orgánica para su conversión en combustibles y materias primas. Esa tecnología experimental, variante de la incineración, no tiene una viabilidad técnica ni económica contrastada. Las propuestas del proyecto del PIR sometido a información pública desde noviembre de 2018 son decepcionantes. En lugar de promover el nuevo paradigma internacional en la gestión de los residuos de "residuo cero", mediante la reducción en la generación y su conversión en recursos mediante la reutilización y el reciclaje, la organización ecologista critica que se apueste por una diversidad de variantes de la incineración de los residuos.
De forma prioritaria y para tratar de evitar las altas tasas de vertido en el País Valenciano, superiores actualmente al 60%, se propone la implantación de nuevas líneas en las plantas TMB para generar combustible Derivado de Residuos (CDR) o Combustible Sólido Recuperado (CSR) para su incineración en las propias plantas TMB, en la búsqueda de una supuesta "autosuficiencia energética". O sea en lugar de proponer un nuevo modelo alternativo de recogida y tratamiento de los residuos que sustituya al actual modelo fracasado, o de mejorar la bajísima eficiencia de esas plantas TMB y aumentar su tasa de recuperación y reciclado, se trataría de convertir cada una de las 10 plantas TMB en sendas incineradoras, que quemen esos nuevos combustibles formados principalmente por plásticos, papel/cartón y textiles.
Los redactores del nuevo PIR no explican dónde enviarían las escorias y cenizas volantes que se generen en el proceso de la incineración, alrededor de un 25% de los residuos iniciales, que habitualmente son depositadas en vertederos, y que por tanto se contradice con el objetivo inicial de "vertido cero". Lo que no se vierte se envía a la atmósfera en forma de contaminantes, algunos muy peligrosos y cancerígenos (óxidos de nitrógeno y azufre, compuestos orgánicos volátiles, hidrocarburos halogenados, dioxinas y furanos, hidrocarburos aromáticos policíclicos, etc).
Los CDR o CSR (preparados para combustión a partir de residuos de las plantas TMB) podrán incinerarse también en cementeras u hornos industriales. Utilizando las palabras del PIR: en "sectores industriales con potencialidad para la valorización energética y material de la fracción rechazo". En el caso de la Comunidad Valenciana estos sectores son el azulejero y del cemento. El PIR por tanto valida la actual incineración de residuos que se lleva a cabo en las tres fábricas de cemento de Cemex y Lafarge Holcim (Sagunt, Buñol y Alacant) y que llega a 200.000 toneladas anuales, una de las más altas del Estado español, con importantes impactos ambientales, sobre la salud y sobre la calidad del aire. Y abre la puerta a la incineración en el clúster cerámico.
Aquí no acaban las propuestas de incineración de residuos, pues el PIR propone también la construcción de una macroplanta de ámbito suprazonal para convertir la materia orgánica estabilizada y los rechazos plásticos en carburantes mediante una técnica experimental, la gasificación de residuos, que no ha demostrado su viabilidad técnica y económica en ninguna parte del mundo. Las instalaciones de gasificación de los residuos, una variante de la incineración, en la medida que los subproductos generados (gas de síntesis, residuos carbonosos) tienen como destino su aprovechamiento energético, su concreción en la mayor parte de los casos no ha pasado de la fase de pequeñas plantas de demostración o investigación. En algunos casos de grandes instalaciones han tenido que ser clausuradas por los frecuentes accidentes que han sufrido.
Las propuestas de imposición de cánones al vertido e incineración, una de las formas más efectivas para reducir de forma drástica el vertido de los residuos, no han tenido ningún recorrido en la legislatura del Gobierno del Botánico, en opinión de la ONG. Tras su creación, mediante la modificación de la Ley de Residuos en diciembre de 2017, en julio de 2018 se evitó cualquier impuesto o cánon al vertido y a la incineración de los residuos municipales, que quedaron exentos de ese nuevo impuesto. La propuesta del PIR de establecimiento de cánones al vertido e incineración no tiene ninguna credibilidad, pues ha sido una oportunidad perdida.